"Si pudieras patear el trasero de la persona que es responsable por la mayoría de tus problemas, no te podrías sentar durante un mes" T. Roosevelt
Theodore Roose, el presidente número 26 de los Estados Unidos, es quizás el presidente mejor leído de esa nación, y ciertamente estaría en los primeros lugares en una clasificación mundial. Era un lector extraordinariamente rápido, lo que le permitía leer completamente un libro antes del desayuno y, según su agenda, otros dos o tres en la tarde. Según sus propios cálculos, durante toda su vida leyó decenas de miles de libros.
En bookriot recopilaron diez reglas de Roosevelt sobre la lectura de libros: 1. Es tan ilimitado el campo de elección, que en mi mente parece absurdo tratar de hacer catálogos donde se supone están todos los mejores pensadores. Es por eso que no tengo simpatía alguna hacia las listas del tipo Los Cien Mejores Libros, o la Biblioteca de cinco pies [una referencia a los Clásicos de Harvard]. Está bien para un hombre divertirse componiendo una lista de un centenar de libros muy buenos... Pero no hay tal cosa como un centenar de libros que sean los mejores para todos los hombres, o para la mayoría de los hombres, o para un hombre durante toda su vida.
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"Un maestro en el arte de vivir no establece ninguna distinción clara entre su trabajo y su obra; su trabajo y su tiempo libre; su mente y su cuerpo; su educación y su recreación. El difícilmente sabe cuál es cuál. Simplemente persigue su visión de excelencia a través de lo que está haciendo, y deja a otros que determinen si está trabajando o jugando. A el siempre le parece que está haciendo las dos cosas ". Yvon Chouinard, fundador de Patagonia Patagonia es un nombre recurrente en libros, revistas y blogs de negocios. Fundada en 1973, es una firma de ropa y artículos para realizar actividades al aire libre. Su nombre siempre aparece relacionado con cosas positivas: buena imagen de marca, beneficios económicos saludables, compromiso con el medio ambiente, etc. Así como Bill Gates es un fijo en la lista de los más ricos, Patagonia es un infaltable en la de empresas que lo hacen bien, y que hacen el bien. Hace unos días leí una entrevista que su Consejera, Rose Marcario, realizó para la edición de febrero de la revista Fast Company. Mientras leía, me entraban muchas ganas de ir y comprar todos sus productos (algo que ellos abiertamente desaconsejan, verán porque más adelante). El entusiasmo y compromiso con que la empresa vive sus principios es inspirador. A continuación comparto algunos de los fragmento que encontré más inspiradores. Antes de Patagonia, usted pasó 25 años en finanzas corporativas, trabajando en diferentes lugares, desde capital de riesgo hasta tecnológicas. Sin embargo, en algún momento sintió como sus valores personales y su trabajo profesional estaba en conflicto. ¿Hubo un momento en particular cuando este desalineamiento se hizo evidente? El buen hacer de Patagonia le ha valido para ser nombrada en 2007 por la revista Fortune, como la empresa más 'cool' del planeta. Sin embargo, su activismo no ha impedido su éxito empresarial, desde la llega en 2008 de Marcario, la empresa ha duplicado el tamaño de sus operaciones y triplicado sus beneficios. Eso nos asegura que el Patagonia-style seguirá sonando por un buen rato.
Con esta sencilla herramienta podrás crear presentaciones, artículos, vender tus servicios...24/2/2015 "Aprovecha cada oportunidad para practicar tus habilidades de comunicación, para que cuando surjan las ocasiones importantes, tendrás el don, el estilo, la nitidez y la emoción para influenciar otras personas" -Jim Rohn "La comunicación es la panacea de todos para todo" -Tom Peters Dice el escritor norteamericano Daniel Pink que Vender es Humano, que nos pasamos los días buscando influenciar a otros. Ya sea tratando de convencer a los colegas de las bondades de nuestra nueva idea, o engatusando a nuestros hijos para que estudien u ordenen su habitación. También lo hacen los emprendedores, que tientan a inversionistas para que les dejen su dinero y, como no, los 'marketeros', que nos ofrecen un sin fin de productos y servicios. Para influir debemos comunicarnos de manera clara y convincente. Expresarse con claridad puede marcar una gran diferencia en la vida de cualquier profesional. Sin embargo, a veces encontramos difícil presentar nuestras ideas con una estructura que les de sentido y orden. Para que un mensaje sea convincente debe estar organizado de una manera lógica y debe contener también argumentos, ejemplos o datos que soporten aquello que afirma. Carmine Gallo es coach de comunicación, conferencista y escritor. En su libro Talk Like TED: The 9 Public Speaking Secrets of the World’s Top Mind, nos brinda una sencilla, pero muy útil, herramienta que permite elaborar mensajes de manera rápida: El Mapa del Mensaje Un Mapa de Mensajes es la representación visual de tu idea en una sola página. Es una versátil herramienta que debes incluir en tu arsenal de comunicación. La construcción de un mapa de mensaje te puede ayudar a vender cualquier cosa (un producto, servicio, empresa o idea) en tan sólo 15 segundos, o para dar forma al marco general de una presentación más larga de 18 minutos. Este es el proceso de tres pasos para el uso de un mapa de mensajes para construir un discurso ganador. Para este ejercicio necesitará un bloc de notas, Word, PowerPoint o una pizarra. Veamos un ejemplo. Yo creo que el Marketing de Contenido es una alternativa en muchos aspectos superior al marketing tradicional. Veamos cómo podría utilizar el Mapa del Mensaje para ‘vender’ esa idea. Carmine Gallo se basó en lo que él llama la regla del tres para la construcción del Mapa del Mensaje: tres ideas principales, tres puntos de soporte. Sin embargo, esto no debe convertirse en una camisa de fuerza, puedes adaptarlo según tus necesidades, siempre teniendo en cuenta que más de tres ideas son más difíciles de recordar. Sin embargo, puedes utilizar por ejemplo, tres ideas principales y dos puntos de apoyo para cada una, o dos ideas principales y dos puntos de apoyo. Acomódalo a tus necesidades.
Bueno, ahora que ya tienes la herramienta, es tu turno. Sal y véndenos todas esas ideas geniales que tienes en mente. "Estamos hechos de manera que simples actos de bondad, como dar caridad o expresar gratitud, tienen un efecto positivo en nuestro estado de ánimo a largo plazo. La clave de la vida feliz, al parecer, es la buena vida: una vida con relaciones duraderas, un trabajo desafiante, y conexión con la comunidad." - Paul Bloom Humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia son las siete virtudes que proponen los cristianos para ser un buen cristiano. Aristóteles propuso 12; 12 virtudes que conducirán a la eudemonía (florecimiento humano): coraje, templanza, generosidad, magnificencia, orgullo, honor, buen temperamento, amabilidad, confianza, humor, amistad y justicia. El filósofo suizo radicado en Inglaterra, Alain de Botton, co-fundador de The School of Life, propone 10 virtudes para la era moderna. Afirma que esforzarse por ser mejor persona es tan o más importante como esforzarse por ser más saludable. Sin embargo, mientras que ir al gimnasio para ponernos en forma es completamente normal, bregar por ser mejor persona suena “profundamente raro”. Esta es la lista que nos ofrece para trabajar nuestros músculos éticos: 1. Resiliencia. Continuar avanzando incluso cuando las cosas parecen oscuras, aceptar que los reveses son normales. Recordar que la naturaleza humana es, al final, dura. No asustar a los demás con tus miedos. “Cuando estoy en modo de escritura de una novela, me levanto a las 4:00 de la mañana y trabajo de cinco a seis horas. Por la tarde, corro 10 kilómetros o nado 1.500m (o ambas cosas), luego leo un poco y escucho algo de música. Me voy a la cama a las 9:00 pm. Sigo a esta rutina todos los días sin variación. La repetición en sí se convierte en lo más importante; es una forma de hipnotismo. Me hipnotizo a mí mismo para llegar a un estado más profundo de la mente”. Escribe el novelista Haruki Murakami. Los especialistas en trastornos del sueño a menudo recomiendan seguir la misma rutina antes de irnos a la cama. Utilizar la habitación solo para dormir, tomar una ducha de agua caliente, beber una infusión, leer una novela... son actividades relajantes y que nos predisponen para el sueño. Cuando son realizadas de manera habitual antes del reposo, le anuncian a nuestro cuerpo que es hora de entrar en modo descanso, propiciando que el sueño sea conciliado más rápido. Esa misma estrategia (establecer una rutina) puede ser utilizada para entrar en modo creador. De la misma manera que el cuerpo se adapta a un horario regular y a un ritual de sueño establecido, la mente también se familiariza con rutinas y horarios definidos para realizar el trabajo creativo. Son muchos los talentos creadores que adoptaron inflexibles rutinas diarias para liberar su genio. Steven Pressfield en su libro La Guerra del Arte, nos describe la suya: “Me levanto, tomo una ducha, desayuno. Leo el periódico, me cepillo los dientes. Si tengo llamadas que hacer, las hago. Ahora, tomo mi café. Me pongo las botas de trabajo de la suerte y me ato los cordones de la suerte que mi sobrina Meredith me dio. Me dirijo de nuevo a mi oficina, enciendo el ordenador. Mi sudadera con capucha de la suerte reposa sobre mi silla, junto al amuleto de la suerte que le compré a un gitano en Saintes-Maries-de-la-Mer por sólo ocho dólares pagados en francos, y mi letrero de la suerte LARGO, el cual me vino en un sueño que una vez tuve. Me siento. Sobre mi diccionario de sinónimos está mi cañón de la suerte que mi amigo Bob Versandi me regaló en el Castillo del Morro, Cuba. Señala hacia mi silla, para que me pueda disparar inspiración. Digo mi oración, que es la Invocación de la Musa de la Odisea de Homero, traducción de TE Lawrence, Lawrence de Arabia, que mi querido compañero Paul Rink me dio y que se encuentra cerca de mi estantería junto con los gemelos que pertenecieron a mi padre y mi bellota de la suerte del campo de batalla de las Termópilas. Ahora son las diez y media. Me siento y me sumerjo.” El psicólogo cognitivo Ronald T. Kellogg en su libro La Psicología de Escribir, le da fundamento científico a lo que aparentemente no es más que superstición. Afirma que los horarios regulares, los rituales previos y el entorno de trabajo, son mecanismos que permiten a las personas entrar en estados que facilitan que la creatividad fluya: "[Hay] evidencia que los entornos, horarios y rituales reestructuran el proceso de escritura y mejoran el desempeño... Los principios de la recuperación de la memoria sugieren que ciertas prácticas deben aumentar el rendimiento. Estas prácticas fomentan un estado de flujo en vez de uno de ansiedad o aburrimiento [...] La habitación, la hora del día, o ritual seleccionado para un trabajo pueden permitir o incluso inducir una intensa concentración o un estado motivacional o emocional favorable. Por otra parte, de acuerdo con la especificidad de los códigos, cada uno de los aspectos del procedimiento puede desencadenar el recuerdo de ideas, hechos, planes y otros conocimientos relevantes asociados con el lugar, la hora o estado de ánimo seleccionado por el escritor para el trabajo." La creatividad es definida como la capacidad de tener ideas novedosas, fuera de lo común. Sin embargo existe una paradoja: una gran cantidad de ideas creativas han sido alumbradas dentro de las más predecibles y consistentes rutinas.
Sin embargo, para mejorar nuestra creatividad, establecer una rutina no es suficiente. La creatividad depende en gran medida del conocimiento. Eso significa que además de la rutina necesitas leer, atender seminarios, conocer personas interesantes… Es necesario exponerse a nuevas ideas y conocimientos para que nuestra mente haga conexiones novedosas y de a luz ideas creativas. Ahora tu turno ¿tienes alguna rutina en particular? “Puedes esperar que el futuro tome una forma que tu definas o puedes tratarlo como algo vago e incierto. Si piensas sobre el futuro como algo que defines, tiene sentido tratar de entenderlo por adelantado y trabajar para darle forma. Pero si esperas un futuro indefinido, gobernado por el azar, te darás por vencido en el intento por dominarlo” Peter Thiel es emprendedor e inversor, nacido en Alemania, pero se trasladó con su familia a Estados Unidos cuando apenas tenía un año. Fundó junto con Elon Musk y Max Levchin, PayPal; además, fue el primer inversionista externo en Facebook, aportando $500.000 dólares por el 10.2%. También ha realizado inversiones en SpaceX, LinkedIn, Yelp y Spotify. Su libro De Cero a Uno, como inventar el futuro, recientemente publicado en español, es un ejercicio acerca de construir el futuro y está lleno de reflexiones que van en dirección contraria de lo que hoy parecen dogmas. Escribe Marty Neumeier para la revista Forbes sobre el libro: “vale la pena leerlo de la misma manera que vale la pena beber un triple espresso: te hace sentir sobrehumano, al menos temporalmente. Casi se puede oír la cafeína que corre por tus venas a medida que absorbes sus ideas”. Eso fue exactamente lo que yo sentí mientras lo leía. Son tres las ideas del libro que más resonaron en mi: 1. Lo más contrario de todo es no oponerse a la multitud, sino pensar por ti mismo. “Las creencias convencionales sólo parecen arbitrarias y equivocadas en retrospectiva; cada vez que hay un colapso llamamos a las creencias anteriores una burbuja, pero las distorsiones causadas por la burbujas no desaparecen cuando estallan… El primer paso para pensar claramente es cuestionar lo que pensamos que sabemos sobre el pasado”. Thiel propone un ejemplo para iluminar su idea: “Los emprendedores que permanecieron en Silicon Valley aprendieron cuatro lecciones después de la caída de las puntocom que todavía guían el pensamiento en los negocios hoy: 2. El éxito proviene de crear monopolios, no de competir Tolstoi empieza Ana Karenina observando: ‘Todas las familias felices se parecen; pero cada familia infeliz es infeliz a su manera’. En los negocios es todo lo contrario. Todas las empresas felices son diferentes: cada una tiene un monopolio, obtenido mediante la resolución de un problema único. Todas las empresas fallidas son iguales: no pudieron escapar de la competencia. El autor no se refiere a monopolios del tipo estatal, los cuales reconoce que son perjudiciales. Usa el término monopolios tal vez como una provocación. En realidad a lo que se refiere es a empresas que han escapado de la competencia siendo únicas. 3. Sobre crear e influir sobre el futuro Nadie puede predecir el futuro con exactitud, pero sabemos dos cosas: que va a ser diferente, y debe ser arraigada en el mundo de hoy. Jeff Bezos, Warren Buffet, Bill Gates… muchos empresarios de éxito al ser preguntados por las razones de sus logros se refieren a la suerte como una de las principales. Para Thiel, el hecho de que existan cientos de emprendedores seriales, que han sido capaces de crear varias empresas millonarias, e incluso unos pocos, como Elon Musk, Steve Jobs, Jack Dorsey y el mismo, que han creado varias empresas billonarias (billonarias en el sentido anglosajón), echa por tierra la tesis de la suerte. "Si usted cree que su vida es principalmente una cuestión de azar, ¿por qué leer este libro? Aprender sobre emprendimiento es inútil si sólo estás leyendo historias sobre gente que ganó la lotería. Tragaperras para Dummies puede decirle qué tipo de pata de conejo frotar o cómo saber qué máquinas están "calientes", pero no le pueden decir cómo ganar." Thiel está convencido, y quiere convencernos, de que podemos darle forma a nuestro futuro, pero para ello, debemos elaborar planes suficientemente ambiciosos que nos conduzcan hasta el.
Para finalizar, otras ideas de Thiel en el libro: los socios fundadores son como tu familia; dé a los grandes empleados tareas limitadas; empieza con pequeños, pero ambiciosos productos que dominen un pequeño mercado; para de odiar a los vendedores; concéntrate en el secreto que te distingue de tus rivales. De Cero a Uno, es un gran libro lleno de ideas provocadoras. Aunque hay que advertir que la mayoría de ellas están expuestas en la primera parte, las ideas del final no contienen la misma dosis de cafeína de las primeras. Preparación, trabajo duro, confianza en uno mismo, liderazgo, optimismo, planear, ser productivo, tomar riesgos, rodearse de los mejores… (tomo un poco de aire). Sigamos: recordar que la vida es corta, tener un propósito, ser pacientes, automotivación, levantarse después de cada caída, perseverancia, creatividad, concentración, resiliencia… Son muchas, muchísimas, las recomendaciones que nos brindan a diario para ser exitosos. Cada 'gurú' tiene su receta. Sin embargo, existe una que parece pasada de moda y con poco 'sex appeal', pero que es una característica recurrente en todo gran líder y personaje de éxito: leer. Con leer no me refiero a tuits, actualizaciones, artículos, blogs (si, este tampoco cuenta). Me refiero a la lectura paciente, profunda y extensa que nos proporcionan los libros. Aquellos largos y pesados (bueno, digitales si cuentan) que, de no mediar un esfuerzo épico, no seríamos capaces de terminar en un día. Charlie Munguer, el millonario socio de Warren Buffet, es una perfecta máquina devoradora de libros. El curtido (y muy exitoso) inversor reconoce sin reparos que gran parte de su éxito se lo debe al colosal tiempo que dedica a la lectura: “En toda mi vida, no he conocido a ninguna persona sabia que no lea todo el tiempo. Ninguna. Cero. Te sorprenderías de lo mucho que lee Warren, y lo mucho que leo yo. Mis hijos se burlan de mi. Piensan que soy un libro con un par de piernas que salen de él” La pareja de inversores no es el único caso. Walt Disney al ser preguntado por el secreto de su éxito afirmó: “hay más tesoros en los libros que en todos los botines piratas de la Isla del Tesoro”. Michael Moritz, el inversor de riesgo que edificó una fortuna de 1.500 millones de dólares haciendo descubrimientos de la talla de Google, YouTube, Yahoo y PayPal es otro gran lector y comenta con humor: “mi esposa me llama la Imelda Marcos de los libros, porque tan pronto como un libro entra en nuestro hogar, tiene asegurado un lugar permanente en nuestras vidas”. En ocasiones, encontramos difícil motivarnos a leer porque olvidamos el propósito de la lectura: “[Leer] no es solo por diversión. La humanidad ha estado acumulando su conocimiento en forma de libros por más de 5.000 años. Eso significa que cualquier cosa sobre la que estés trabajando en este momento, cualquier problema con el que estás luchando, probablemente ha sido encarado en algún libro por alguien mucho más inteligente que tu. Ahórrate la molestia de aprender mediante ensayo y error. Beneficiate de la perspectiva del autor”. Aconseja Ryan Holliday, estratega de medios de comunicación y escritor. Sin embargo el propósito de la lectura no es sólo acumular conocimiento. La lectura nos ayuda a entendernos a nosotros mismo, a encontrar significado y hacer nuestra vida mejor. La literatura, por ejemplo, ayuda a las personas a desarrollar una mayor empatía, son capaces de entender y ponerse en el lugar de los demás. La literatura nos permite conocer lo que otros viven y sienten, y nos ayuda a escapar de la limitación de tener que vivir una sola vida. C. S. Lewis, autor de La Crónicas de Narnia, nos habla sobre vivir más vidas que la nuestra a través de los libros: “Aquellos de nosotros que hemos sido verdaderos lectores toda nuestra vida, rara vez nos damos cuenta plenamente de la enorme extensión de nuestra existencia que le debemos a los autores. Lo comprendemos mejor cuando hablamos con un amigo poco leído. Él puede estar lleno de bondad y buen sentido, pero él habita un mundo pequeño. En el, nos sentiríamos sofocados. El hombre que está contento de ser sólo el mismo, y por lo tanto, menos de lo que podría ser, se encuentra en una prisión. Mis ojos no son suficientes para mí, veré a través de los ojos de los demás. En realidad, ver a través de los ojos de muchos no es suficiente. Veré lo que otros han inventado. Aún los ojos de toda la humanidad no son suficientes. Lamento que los animales no puedan escribir libros. Muy gustosamente quisiera saber a las cosas que se enfrenta un ratón o una abeja; y con mayor gusto, aún, percibiría el mundo olfativo cargado con toda la información y la emoción que conlleva ser un perro” Los beneficios de la lectura no son sólo intelectuales o emocionales, también son físicos. Las personas que leen con regularidad sufren menos estrés (investigaciones ha demostrado el poder relajante de la lectura). También tienen una menor tasa de enfermedades mentales como el Alzheimer. Incluso, personas con pobres hábitos de lectura son más propensas a ser menos saludables que aquellas que leen más, simplemente porque disponen de menor información acerca de cómo cuidarse.
Todos deberíamos asumir la lectura como una actividad diaria y necesaria, como lavarnos los dientes, comer o dormir. La falta de tiempo no debería ser una excusa, las estadísticas sobre el tiempo que pasamos viendo televisión o en la redes sociales demuestran que tenemos espacio para la lectura. Como lo dijo Confucio hace siglos: “no importa cuan ocupado tu piensas que eres, debes encontrar tiempo para la lectura, o entregarte a la ignorancia autoimpuesta”, y eso es algo que no te puedes permitir. "El mayor peligro para la mayoría de nosotros no es apuntar demasiado alto y fallar, es apuntar muy bajo y acertar" Míguel Ángel Ken Robinson (1950), escritor, consultor y conferenciante británico, nos había deleitado previamente en la charla más popular de todos los tiempos en TED, sobre cómo los colegios matan la creatividad. En The School of Life, el centro educativo fundado por el filósofo, también británico, Alain de Botton, dio otra interesante charla, llena de ingenio, sabiduría y humor, sobre como hallar El Elemento. El psicólogo Mihály Csíkszentmihályi lo llama fluir, otros lo llaman estar en la zona, Sir Ken Robinson lo denomina El Elemento. El Elemento es el fantástico lugar donde tus talentos naturales se reúnen con tu pasión personal, donde haces lo que te gusta hacer y eres bueno haciéndolo. Es ahí donde nos sentimos más energizados e inspirados. Encontrar el elemento es en ocasiones difícil. A veces resulta que tenemos un enorme talento para cosas que no disfrutamos. Otras, disfrutamos haciendo actividades para las cuales no somos talentosos. “Las capacidades humanas son como los recursos naturales: a menudo están enterrados bajo la superficie y hay que hacer un esfuerzo por descubrirlos. En general, hacemos un mal trabajo en ese aspecto en nuestras escuelas, empresas y comunidades. Todos pagamos un enorme precio por ese fracaso”. ¿Por qué es importante encontrar el elemento? “La razón más importante es personal. Encontrar tu elemento es vital para entender quién eres y que eres capaz de ser y hacer con tu vida”. Responde Robinson Steve Jobs, en su ya legendario discurso en la Universidad de stanford en 2005, también nos da su opinión. “Tu empleo va a llenar gran parte de tu vida, y la única forma de estar realmente satisfecho es hacer aquello que crees, es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. No te conformes. Al igual que con los asuntos del corazón, sabrás cuando lo encuentres. Y, como cualquier gran relación, cada vez es mejor y mejor a medida que pasan los años. Así que sigue buscando hasta que lo encuentres. No te conformes” Hallar tu Elemento no te asegura éxito económico, aunque es más probable que lo encuentres haciendo algo que amas y en lo que eres bueno, que haciendo algo que no te interesa. Sin embargo, encontrar el Elemento le da un mayor sentido de dirección a tu vida, el éxito logrado en el, es el éxito en tus propios términos, no el que otras personas han imaginado para ti o aquel que nos venden en la televisión. Alain de Botton: "Una de las cosas interesantes sobre el éxito es que creemos que sabemos lo que significa. Una gran parte del tiempo nuestras ideas acerca de lo que significa vivir con éxito, no son las nuestras. Son tomadas de otras personas, nos creemos los mensajes de todos los demás: televisión, publicidad, marketing, etcétera. Estas son fuerzas enormemente poderosas que definen lo que queremos y cómo nos vemos a nosotros mismos. Lo que quiero argumentar, no es que debemos renunciar a nuestras ideas de éxito, pero que debemos asegurarnos de que son las nuestras. Debemos centrarnos en nuestras ideas y asegurarnos de que son propias, que somos verdaderamente los autores de nuestras ambiciones. Porque, es bastante malo no conseguir lo que quieres, pero es aún peor tener una idea de qué es lo que quieres y descubrir, al final del viaje, que no lo era en realidad lo que querías desde el principio" Como lo afirma Robinson, descubrir nuestros talentos es difícil en ocasiones, incluso, equivocada y tristemente, podemos llegar a creer que no los tenemos. El sistema educativo lo hace aún más complicado, pues la educación que recibimos es una educación masiva que no tiene en cuenta nuestra singularidad. Todos tenemos habilidades y pasiones diferentes. Sin embargo, si renunciamos a su búsqueda jamás sabremos de lo que somos capaces.
La globalización ha llevado a cabo una transformación sin precedentes en las últimas décadas. Los consumidores tienen ahora una enorme cantidad de opciones para elegir a la hora de comprar. Estos cambios han dejado a muchas empresas luchando para adaptarse, al cada vez mayor, poder de los consumidores.
Hoy los clientes entran a foros, leen revisiones y comparan precios antes de comprar. Tienen cada vez más poder en sus decisiones y están mejor informados. En una economía donde el cliente manda, las empresas que sobrevivan serán aquellas que le aporten un mayor valor: innovando continuamente y hallando nuevas formas de deleitar y sorprender al consumidor. Los consumidores hoy quieren productos mejores, más baratos, más rápidos y más pequeños, pero también quieren que sean convenientes, confiables y, de ser posible, personalizados, ‘perdonará usted tanta molestia’. En el libro La Práctica del Management, publicado en 1954, el padre la gestión moderna de empresas, Peter Drucker, propone que las empresas adopten la perspectiva del cliente como el faro que guía sus decisiones. Sin embargo el consejo de Drucker no fue acogido por la mayoría, tardaríamos casi cinco décadas para darnos cuenta de la sabiduría que encierra. Por el contrario, el paradigma que se impuso en las empresas y en la academia fue el de Michael Porter, que ve a los negocios más como una lucha por derrotar a la competencia y en donde el cliente no es la figura central del análisis. De ahí que el Arte de la Guerra, de Sun Tzu, tuviera un lugar destacado en la biblioteca de muchos directivos. Esta nueva realidad obliga a que las empresas cambien completamente su mentalidad si pretenden adaptarse. Antes, la estrategia de la compañías era diseñada en las lujosas oficinas de los más altos directivos, y se comunicaba en cascada a toda la organización. Hoy la gestión debe ser de afuera hacia adentro, partir de los clientes hacia la empresa. Directivos y consultores tendrán que meter las manos en el barro del mercado si quieren entender de verdad que significa la experiencia del cliente. Para prosperar tenemos que escuchar más y ser más creativos. El anhelo por deleitar a los clientes ha hecho que surjan nuevas maneras de entender los negocios. Content Marketing, por ejemplo, se aparta de la forma tradicional de promocionar los productos. Intenta capturar la atención del cliente aportando valor primero, ya sea informando o entreteniendo, no interrumpiendo, como hasta ahora se venía (se sigue) haciendo. El marketing tradicional, todavía dominante, se basa en la interrupción (de programas de televisión, radio, revistas, etc.) como forma de entregar su mensaje. Design Thinking, es otra metodología floreciente en el nuevo entorno. Que a través del estudio del cliente, usando técnicas de investigación etnográfica, prototipando e iterando busca diseñar productos, servicios y experiencias que deleiten a los clientes e inspiren a las organizaciones. Lo mejor de todo es que deleitar al comprador paga. Las empresas que lo logran no solo venden más y con mejores márgenes, también disponen de una fuerza de venta gratuita: sus incondicionales clientes, que estarán entusiasmados por salir y contarle a sus amigos y colegas la maravillosa empresa que conocieron y que los deleito. Si deseas conocer un poco más sobre qué están haciendo empresas como Apple, Google, Uber… para triunfar, te invito al taller gratuito que estaré impartiendo en el GarAJE (calle Matilde Díez 11, Madrid) el próximo miércoles 11 de febrero de 17:30 a 19:30. Nuestra sociedad está basada en el consumo. Mayor consumo significa mayores ventas, mayores ventas redundan en empresas más sólidas, empresas más sólidas contratan más. Más puestos de trabajo equivale a menor tasa de desempleo, menor tasa de desempleo se traduce en más recaudación de impuestos, menos prestaciones por paro, mayor bienestar y prosperidad, y todos contentos... ¿o no? Durante las últimas dos décadas la pobreza ha sido reducida de manera acelerada, regiones como asia y latinoamérica han gozado de tasas saludables de crecimiento que permitieron que muchos de sus habitantes salgan de la pobreza y entren en la clase media. Cuando las personas alcanzan cierto grado de prosperidad quieren disfrutar, con justificada razón, de los beneficios que antes no tenían. Desean comprar un coche (o mejor dos), televisores, ordenadores, ropa nueva cada temporada, en fin, todo aquello que nuestra sociedad considera “necesario” para vivir cómodamente. Lo malo, es que ese anhelo de comodidad de los nuevos consumidores ejerce mayor presión sobre los ya sobre-explotados recursos naturales de la tierra. El problema de basar nuestro bienestar en el consumo y el crecimiento económico indiscriminado es que es insostenible, la tierra tiene recursos finitos que están siendo exprimidos por encima de sus posibilidades. Nuestro crecimiento desmañado es como el cáncer, que se expande hasta matar al cuerpo que lo alberga. Peter Thiel en el libro Zero to One, (una verdadera maravilla, un imprescindible) escribe sobre lo que pasaría si los países en desarrollo alcanzan los niveles de vida de los países desarrollados sin un cambio de modelo y de tecnología: Si China duplica su producción de energía en las próximas dos décadas, también doblará la polución del aire. Si cada uno de los cientos de millones de hogares de la India vivieran de la manera que los norteamericanos viven (usando las herramientas de hoy) el resultado sería medioambientalmente catastrófico. Extender la vieja manera de crear riqueza alrededor del mundo resultará en devastación, no riqueza. En un mundo de recursos escasos, la globalización sin nueva tecnología es insostenible. Así que debemos encontrar otro forma. La economía colaborativa es un modelo emergente con la capacidad de revolucionarlo todo. El concepto no es nuevo, es la nueva tecnología la que está permitiendo su expansión. Gracias a ella podemos encontrar a personas dispuestas a alquilar una habitación en su casa, lo que multiplica el número de habitaciones disponibles sin necesidad de construir más hoteles. Otros compartirán sus vehículos, escritorios, herramientas eléctricas y hasta los juguetes de los niños. La economía colaborativa posibilita usar de manera más eficiente el exceso de recursos disponible de la sociedad. Permite hacer más con lo que ya existente. Wikipedia la define de manera precisa: La economía colaborativa (también llamada a veces como consumo colaborativo) es un sistema socio-económico creado alrededor de compartir recursos físicos y humanos. Incluye compartir la creación, producción, distribución, comercio y consumo de bienes y servicios por diferentes personas y organizaciones. Esta nueva forma de entender el consumo es sido bienvenida por muchos, no por todos. Taxistas y hoteleros han mostrado un menor entusiasmo. Los gobiernos también son cautelosos, debido a la merma en las recaudaciones de impuestos que puede significar y alegan también preocupaciones respecto a la seguridad.
La economía colaborativa va en la dirección correcta, pero no es suficiente. Necesitamos nuevos avances tecnológicos que permitan hacer más con menos, para así controlar la devastación a la que estamos sometiendo a nuestro planeta y de paso, brindar mayores oportunidades de obtener ingresos ahora que los empleos escasean. ********** Quiero agradecer de forma especial al ratón bloguero #Jerby B, entusiasta del consumo colaborativo, que gentilmente revisó y aportó sugerencias a este texto. |
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