Cuando pensamos en personas creativas existe un sesgo hacia los artistas, de inmediato asociamos creatividad con músicos, pintores o poetas. También solemos pensar en profesiones relacionadas con el marketing, arquitectura, decoración. El resto de nosotros -los no bendecidos con la magia de la imaginación- debemos conformarnos con ser racionales y hacer las cosas de manera predecible. Sin embargo, cuando conocemos un poco más en qué consiste la creatividad y hurgamos en las rutinas y mecanismos utilizados por los prodigiosos genios creativos, el panorama cambia. La realidad es que todos tenemos la capacidad de ser creativos (si, tu también, ¡créeme!). Nacemos siendo creativos, lo que ocurre es que por el camino, mientras crecemos, dejamos que la imaginación se nos atrofie y vamos perdiendo confianza en nuestro poder innovador. ¿Alguien conoce a algún niño carente de imaginación? ¿Verdad que no? Ahora bien, dado que todos tuvimos que ser niños en algún momento -yo por lo menos hasta bien entrado en mis 30- no es desacertado afirmar que la creatividad es una habilidad que nos viene de fábrica, es una condición innata y que distingue al ser humano del resto de seres vivos, lo que debemos hacer es recuperar aquello que hemos dejado que se adormezca. Ser creativo trae consigo enormes beneficios, no sólo en las artes y en las ciencias, en campos como la medicina, los negocios y la política, la capacidad de aportar soluciones novedosas es una necesidad apremiante. La sociedad contemporánea no anda corta de desafíos, todos los días nos enfrentamos a nuevos retos: ambientales, tecnológicos, de sanidad. En este nuevo mundo cambiante e impredecible quienes sean capaces de aportar soluciones novedosas serán los grandes beneficiados. Según un estudio de IBM, la creatividad es la cualidad más buscada por los directivos de más de 1.500 empresas alrededor del mundo a la hora de contratar.
Y ¿cómo hacemos para recuperar la imaginación perdida? El primer paso es creer que podemos ser más creativos (recuerda: nacemos siéndolo). Henry Ford decía: “si piensas que puedes hacer algo o piensas que no puedes, estás en lo cierto”. Cuando nos atrevemos a pensarnos como personas innovadoras, empezamos a abandonar falsas creencias y nos aventuramos a construir cosas, ya sea un jardín, una empresa o una pieza de código. Todo es susceptible de ser mejorado o repensado. El segundo paso para desatar el genio creador que llevamos es sobreponernos al miedo, al miedo a fallar. A nadie le gusta hacerlo, fallar es caca, pero enseña. En la ciencia ya lo saben desde hace varios siglos: la única manera de avanzar es experimentando, fallando una y otra vez hasta encontrar la solución. Apple necesito varias docenas de prototipos fallidos hasta encontrar el Ipod que satisfacía las exigencias de Steve Jobs. “Para aprender a tener éxito, primero debe aprender a fracasar” afirma el genial deportista Michael Jordan. Quien quiera hacer de la innovación su seña de identidad debe aprender a convivir con las pruebas fallidas, porque fallando es como se aprende. Una vez hemos decidido recuperar nuestro ingenio y sobreponernos al miedo, existen ciertas actividades que predisponen mejor nuestra mente para crear: mantenernos curiosos, preguntarnos constantemente “¿porque?”. No rechazar las novedades. Exponernos a nuevas ideas, por ejemplo leer sobre otros campos del saber distintos al nuestro. Dar paseos andando, innumerables genios creativos han sido conscientes de los beneficios que reporta caminar a la imaginación. En mi caso, siempre me consideré como alguien poco creativo, nunca me sentí cómodo con la incertidumbre de no tener una respuesta exacta, de ahí mi inclinación hacia los números. Aún hoy no se si puedo ser considerado como alguien creativo, pero sí estoy seguro de que lo soy mucho más que hace un par de años: ser creativos es una opción que elegimos, una actitud ante la vida.
4 Comentarios
Domitilo
23/10/2014 04:26:40 pm
Me parece cierto algunas veces debemos reorganizar nuestras mentes y atreverse a quitarse ese miedo, como ahora lo hago. Muy buen artículo, gracias.
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Pablo
23/10/2014 04:53:09 pm
Gracias por tu comentario Domitilio. Bienvenido a la conversación! :)
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Priscila
26/10/2014 11:51:06 am
Muy buen artículo, siempre he creído que todos tenemos habilidades especiales para hacer o realizar tareas
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Pablo
26/10/2014 02:47:41 pm
Me alegro Priscila que te haya gustado. Cómo tu muy bien lo dices, todos somos capaces de hacer cosas maravillosas, lo que necesitamos es creérnoslo y luchar por ello. Gracias por tu visita.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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