Nueve de la mañana, te dispones a tener un día de productividad memorable, enciendes el ordenador con la firme intención de empezar a trabajar en ese reporte de 20 páginas que te pidió tu jefe. Justo antes de comenzar piensas: ‘voy a darle una ojeada al correo (o Facebook, o Twitter) antes de empezar’. Cuando te das cuenta, ha pasado más de una hora y aún no has empezado. A las once ya tienes programada una reunión y dices: ‘bueno, ya hoy no alcanzo a hacer nada, mañana empiezo, todavía hay tiempo’. ¿Te suena? Casi un 20% de la población se declara procrastinador crónico. Cuando nos enfrentamos a tareas difíciles, es muy común que busquemos distracciones que evitan que empecemos a trabajar en lo que debemos. Algunos procrastinadores sostienen que ellos trabajan mejor bajo presión, incluso en los colegios y universidades es motivo de orgullo: no es raro escuchar estudiantes alardeando de que pasaron los exámenes estudiando solamente el día anterior. Sin embargo, la mayoría de las veces es sólo una justificación por no hacer las cosas con suficiente tiempo. “Procrastinar es un monumental mal hábito. Un hábito que influye en muchas importantes áreas de tu vida. Cámbialo y una multitud de cosas positivas se empezaran a abrir”. “Un poco de procrastinación puede parecer que no hace daño en ese momento, pero los efectos a largo plazo pueden ser muy perjudiciales”, escribe la doctora Bárbara Oakley en su libro A Mind for Numbers Durante la mayor parte de mi vida he sido un serio procrastinador, es más, incluso procrastinaba sobre dejar de procrastinar. Lo más frustrante era saber que, a pesar de entregar el trabajo a tiempo, podría haber hecho algo mejor si hubiera empezado antes, la prisa es enemiga del trabajo bien hecho. Afortunadamente, gracias a las lecciones de Profesora Oakley en su curso sobre cómo aprender a aprender, sé que hay esperanza para mi, que la procrastinación puede ser controlada (con esfuerzo). Primero veamos porqué se produce la procrastinación. Al enfrentarnos a una tarea difícil o que nos resulta aburrida, el cerebro anticipa que se va a producir incomodidad, malestar. Para evitar ese mal rato busca distraernos de esa situación haciendo que nos fijemos en cosas que nos dan placer instantáneo, aunque de corta duración (como ver el resumen de los goles de la jornada o las fotos del matrimonio de los Clooneys). Estas actividades que encontramos placenteras favorecen la secreción dopamina, una hormona asociada con el placer y el humor. La dopamina participa en actividades que resultan recompensantes como el sexo, la alimentación y el uso de algunas drogas. Así que ante la decisión de si nos ponemos con el reporte o Facebook, nuestro cerebro la tiene clara. Pero tranquilos que no todo está perdido, hay esperanza, existe una salida. ¿Cual es la mejor forma de comerse un elefante entero? En pequeños bocados. Eso mismo podemos hacer con nuestra enorme e intimidante tarea: dividirla en pequeñas partes y enfocarnos en el proceso y no en el resultado. Permítanme explicarme. En mi caso, cuando voy a escribir un artículo que me va a tomar varias horas, eso me hace sentir incómodo y entonces aplazo, sin embargo, en vez de pensar en hacer el artículo completo, puedo en cambio fijarme como meta escribir de manera concentrada durante 25 minutos. Eso dirige mi atención hacia el proceso, escribir, y no hacia el resultado, el artículo. 25 minutos no son gran cosa y cualquier persona adulta puede concentrarse durante ese tiempo. Pero ojo, para que funcione debes tener total concentración durante ese tiempo y evitar toda distracción. ¿Porqué funciona? Lo que suele ocurrir es que cuando empezamos a trabajar, la incomodidad con la tarea desaparece. Además, al finalizar ese corto periodo de tiempo experimentamos un subidón anímico por lo que hemos logrado y por sentirnos que estamos en control de la situación. También resulta muy útil (clave diría yo), que terminado el periodo de intenso trabajo te des una pequeña recompensa: cinco minutos de YouTube, o un café, o una galleta, o lo que te apetezca. Desafortunadamente, a pesar de ser la especie más inteligente sobre la tierra, nuestro cerebro responde de la misma manera que tu cachorrito a las recompensas: busca repetir el comportamiento que la produjo para obtener otra. Cosas de la evolución. Lo mejor de esta técnica es que no sólo estás dejando a un lado el problema de aplazar las cosas sino que estás entrenando tu mente para que pueda trabajar de manera concentrada en una sola labor. Algo cada vez más difícil en estos tiempos de distracciones electrónicas. “Las personas verdaderamente felices son aquellas que han roto las cadenas de la procrastinación, aquellas que encuentran satisfacción en hacer el trabajo que tienen en mano. Ellos están llenos de ilusión, entusiasmo, productividad. Tu lo puedes ser también” -Norman Vincent Pale Si te ha gustado el artículo, ayúdame a difundirlo y compártelo. Gracias
2 Comentarios
5/12/2014 03:01:11 pm
Es cierto que cuando se propone realizar un avance solamente, es mas fácil avanzar con el trabajo. Por ejemplo para elaborar mi tesis de maestría fue difícil coger el hilo y sentarme a elaborarlo porque siempre habían supuestamente otras actividades importantes que realizar y cai en la procastinación sin saberlo en esos momentos. Pero por intuición decía hoy voy a empezar a recopilar información (archivos) referente a mi tema de investigación y me fue fácil lograrlo, en un segundo momento dije voy a revisar algunas páginas webs que había recopilado para encontrar un poco más de información. Luego otro día decía, hoy voy a avanzar en dar forma a la tesis ordenando la secuencia de la información que debe ir primero y que debe seguir y así sucesivamente; paso a paso y logré el objetivo tan anhelado de terminar mi tesis. Y ello me dio más confianza para realizar otros trabajos de investigación posteriores. Gracias por ayudarme a descubrir lo que estaba sucediendo para poder manejarlo mejor. Igualmente voy a transmitirlo a mis familiares y amistades. Bye
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Pablo
6/12/2014 01:44:46 am
Gracias a ti por tus comentarios tan amables. Es muy grato saber que te ha aportado algo, ese es el mayor reconocimiento y el mejor incentivo. Un abrazo
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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