"En unas pocas semanas y meses ... serás un adicto al increíble sabor de la comida sana ... y empezarás a preguntarte ¡¿por qué no lo había hecho antes?!"
La información nutricional que nos bombardea por todas partes a menudo nos hacen sentir como unos pecadores incorregibles.
Se nos dice que si deseamos gozar de una salud sólida y un cuerpo en forma lleno de energía, debemos renunciar a muchos de los alimentos que deleitan nuestro paladar. Así que cuando pensamos en que para estar más sanos debemos renunciar a todas aquellas comidas que tanto nos apetecen, un silencioso escalofrío recorre nuestro cuerpo. Esto da como resultado que terminemos asociando ‘alimentación saludable’ con ‘privaciones’. Sin embargo, todos podemos tener una aproximación más amable hacia la correcta nutrición, y podemos utilizar la biología a nuestro favor para dejar de pensar en restricciones y pensar mejor en adicionar. La industria alimenticia sabe muy bien que su crecimiento se encuentra limitado por una barrera biológica: el tamaño de nuestro estómago. Todos tenemos una capacidad limitada para consumir alimentos. Si, hay algunos han logrado realizar expansiones formidables de su estómago, pero aún no existe ninguna tripa con capacidad infinita. Hasta el más glotón tiene su límite. Así que nosotros podemos hacer uso de esa capacidad limitada para mejorar nuestra nutrición, en lugar de pensar en privarnos de lo que nos gusta, podemos decidir incluir más de lo que nos alimenta y necesitamos. Nuestra alimentación es un juego de suma cero: agregar algo significa renunciar a otra cosa. Así que por cada fruta y cada verdura que incluimos en nuestro plato, estamos desplazando otra de las opciones menos saludables. Existen literalmente un montón de estudios que señalan que una alimentación rica en frutas y verduras, reduce el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con lo que la comunidad científica ha llamado 'La dieta occidental'. Hipertensión, diabetes tipo II, obesidad, muchos tipos de cánceres y hasta las caries, tan comunes en occidente, son muy raros en culturas que tienen una alimentación más tradicional, alejada de los productos ultra procesados industrialmente, las harinas refinadas, almidones, azúcares y tantas otras cosas inventadas por los ingenieros alimentarios. De esta manera, si nos empeñamos en incrementar el consumo de alimentos saludables, sin pensar en aquello que vamos a renunciar, por cuestiones de capacidad terminaremos comiendo mucho menos de los alimentos que menoscaban nuestra salud. Esta estrategia la he usado con mucho éxito en varias ocasiones. Cuando voy a ir a algún sitio donde se que va a haber abundante comida tentadora y poco saludable, me como antes una buena porción de ensalada, así que como llego con capacidad mermada, por mucho que quiera, no puedo pecar de manera excesiva. En nuestra alimentación diaria podemos hacer lo mismo, si nos aseguramos de consumir alimentos saludables, poco a poco (sin necesidad de hacerlo de forma abrupta) iremos desplazando las comidas perjudiciales. Alimentarnos de forma saludable no solo es una necesidad, es un verdadero placer. Cuando nuestro cuerpo está siendo nutrido de forma adecuada de inmediato nos lo hace saber: gozamos de mayor energía, mejor estado de ánimo, nos sentimos más livianos y energizados. Tu éxito y la maravillosa vida que deseas vivir, es trabajo arduo y exige lo mejor de ti; por eso debes asegurarte que vas con el combustible adecuado para tan apasionante viaje.
¿Te gustó? Recibe gratis artículos con ideas y consejos sobre cómo superarte y ser tu mejor tu. Suscríbete AQUÍ
0 Comentarios
Dejar una respuesta. |
Tu privacidad está a salvo, tu correo no será compartido con nadie
pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
Archivos
Agosto 2022
|