«Cada vida se compone de errores y aprendizaje, espera y crecimiento, practicar la paciencia y ser persistente» —Billy graham Nadie (en su sano juicio, por supuesto) espera que el primer día en el gimnasio empieces haciendo sentadillas con 100 kg. El fortalecimiento y la ganancia de masa muscular se producen mediante un proceso progresivo. Al principio utilizas cargas pequeñas que impliquen hacer un moderado esfuerzo. Luego, poco a poco, a medida que tu cuerpo se adapta, empezarás a incrementar el peso y, si eres paciente y persistente, obtendrás los resultados que estabas esperando. Las palabras claves de este proceso son: paciencia y persistencia. Y también lo son para todas aquellas cosas que valen la pena en la vida. ¿Deseas adquirir una nueva habilidad, como tocar un instrumento, por ejemplo? Lo podrás hacer, si eres paciente y persistente. ¿Aprender un nuevo idioma? Igual, Paciencia y Persistencia. ¿Perder una tonelada de grasa corporal? P y P. ¿Disfrutar de una gran relación con tu pareja o con tus hijos? P y P. Salvo muy rarísimas excepciones, las transformaciones, las mejoras, toman tiempo. No pasamos de ser habituales moradores del sofá a correr maratones de la noche a la mañana. Ni pasamos de improductivos a hiper productivos con el chasquear de los dedos. Si nuestra productividad es el equivalente de hacer sentadillas con 2 kg, no pretendamos desarrollar una productividad de 100 Kg en un instante. Vamos a tardar un poco en llegar hasta ahí. El desconocimiento de este principio es lo lleva a que muchos intentos de mejora fracasen. Queremos resultados de inmediato. Queremos ir de 0 a 100 en menos tiempo que los autos de la Fórmula Uno. Esas expectativas irracionales hacen que cuando los inevitables tropiezos se presenten, nos desanimemos y abandonemos la iniciativa de transformación. El fracaso se convierte en prueba de que somos incapaces de cambiar. Nos decimos, “es que yo soy así” o, “es que no tengo fuerza de voluntad”, o cualquier otra cosa que se nos ocurra; y volvemos resignados a acomodarnos en el sofá para continuar con el atracón de series en Netflix. Yo llevo alrededor de nueve años de batalla frontal contra la obesidad, y todavía me queda un trecho para alcanzar los resultados que deseo. Durante este tiempo han sido muchas las salidas de curso y las correspondientes ganancias de peso. Sin ir muy lejos, este verano que acaba de terminar, me dejó con cuatro kilos de más. No obstante, cada verano los retrocesos son menores, y cada otoño empiezo la recuperación desde un mejor lugar. La clave es jamás darme por vencido; levantarme todas las veces que sea necesario. En esta lucha continuaré hasta que la victoria sea mía. Lo mismo pasa con mi productividad, muchos días me las apaño para dejar lista una cantidad decente de trabajo. Otros días, como ayer, fracaso de manera rotunda. Hoy me levanté enrabietado. Con ganas de reparar una parte del estropicio del día anterior. Con el pasar de los días, y con la indeclinable voluntad de cada día ser más productivo, iré llegando al lugar que deseo. Simplemente tengo que ser paciente y persistente. Ahora bien, una de las piezas clave en mi caja de herramientas es la utilización de las victorias pasadas como pruebas de que soy capaz de seguir obteniendo resultados positivos. Te recomiendo de todo corazón que hagas lo mismo. Funciona. De maravilla. En lugar de ver las caídas como testimonios de incompetencia. Yo uso lo éxitos, incluso los más minúsculos, como fuentes de motivación y confianza en mí mismo. Si alguna vez fuiste capaz de hacer dieta durante dos días (o incluso uno), esa es una prueba de que eres capaz. Solo falta encadenar algunos días más y ya estarás marchando por la senda de la victoria. Y cuando el inevitable tropiezo se presente, empieza otra vez. DE INMEDIATO. Si la semana pasada estuviste leyendo un texto interesante durante diez minutos. Esa es una prueba de que puedes convertirte en un gran lector y adquirir enormes conocimientos. Repítelo hoy, y mañana, y otra vez después de mañana. Cuando menos lo pienses, habrás acumulado una cantidad enorme de conocimiento. Te habrás convertido en un verdadero intelectual. Este mes lograste ahorrar una pequeña cantidad y no te gastaste hasta el último céntimo en Amazon. Ahora ya eres una persona que ahorra, el próximo mes puedes esforzarte por incrementar (un poco) la cantidad guardada. Poco a poco, con paciencia y persistencia, lograrás producir en ti los cambios que deseas. Si, hasta esos que piensas que jamás podrás lograr. Lo mejor de todo; no hay nada que produzca más éxito que el éxito. Muy pronto, tras encadenar una victoria tras otra, te sentirás invencible, capaz de lograr lo impensable. Pero recuerda, se empieza poco a poco. ¿Te gustó? Recibe gratis artículos con ideas y consejos sobre cómo superarte y ser tu mejor tú. Suscríbete AQUÍ
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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Agosto 2022
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