Objetivo: Es el propósito que guía nuestras acciones, aquello que queremos conseguir. El de Nike es “llevar inspiración e innovación a todos los atletas* del mundo” (el asterisco conduce a una nota aclaratoria “*Si tienes un cuerpo, eres un atleta”). También los hay personales, el de Oprah Winfrey, “Ser profesora. Y ser conocida por inspirar a mis estudiantes a ser más de lo que ellos piensan que pueden ser”.
Estrategia: Es la forma cómo decidimos llegar a nuestro objetivo. Generalmente no existe un solo camino, cada quien puede escoger el suyo según los recursos con los que cuente y el entorno en el que se desenvuelva. Táctica: Son las acciones específicas que se llevan a cabo, que en conjunto, soportan la estrategia. Veamos un ejemplo: A comienzos del año hemos decidido que nuestro objetivo es gozar de una excelente salud. La estrategia que hemos escogido para tal fin es alimentarnos de manera saludable y llevar una vida activa. Otros podría escoger una estrategia distinta; realizar visitas frecuentes al médico y cuando sea detectada una anomalía, tomar las acciones correspondientes de manera temprana. Alguno más puede decidir que la mejor estrategia para mejorar la salud es comprar los productos milagrosos que ofrecen en la teletienda (existen las malas estrategias). Otra podría ser, esperar a ver que pasa (la estrategia de no tener estrategia, más común de lo que creemos). Las tácticas son las acciones concretas que llevamos a cabo para ejecutar la estrategia y de esa manera conseguir nuestro objetivo. Para alimentarnos de manera saludable podemos escoger aumentar la ingesta de frutas y verduras, suprimir los alimentos procesados, eliminar o reducir el azúcar. En cuanto al ejercicio, la táctica es que ejercicio vamos a hacer (levantar pesas, correr, tenis, etc.) o a que hora vamos a hacerlo para que nos resulte más conveniente. Todas las tácticas realizadas en conjunto son el soporte de la estrategia. El problema es que muchas veces confundimos táctica con estrategia, las tácticas funcionan si hacen parte de una serie coherente de elecciones realizadas para llevar a cabo la estrategia. Cuando existen solo tácticas sin estrategias se corre el riesgo de andar saltando de un lado para el otro sin una dirección clara, en búsqueda de la siguiente dieta milagrosa o del siguiente bestseller de gestión. Igualmente la estrategia tiene que tener un objetivo claro y medible para saber si lo hemos cumplido o no, lo que queremos es ganar, no solo participar. Nike quiere inspirar y servir a todos, así que mientras sigan creciendo sus ventas sabrá que lo está haciendo bien. En nuestro ejemplo el objetivo puede ser: tener equis porcentaje de grasa o el colesterol en cifras saludables, etc. Si el objetivo no es medible no podremos saber si lo hemos conseguido o no.
3 Comentarios
23/1/2015 04:55:45 am
Al borde del caos, no hay más estrategia que la acción.
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Pablo
2/2/2015 09:41:34 am
De acuerdo Jonathan, si no sabemos si estamos consiguiendo nuestros objetivos, lo más probable es que abandonemos. En cambio, pequeños triunfos, brindan confianza, y esa confianza propicia nuevos triunfos.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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