"Siempre dicen que el tiempo cambia las cosas. Pero en realidad las cosas las tienes que cambiar tu mismo" —Andy Warhol
Es un sentimiento placentero. De los más placenteros que podemos llegar a experimentar.
Nos damos cuenta de que hay algo que hacemos mal, y poder decir con confianza, «eso lo puedo cambiar», es algo que no tiene precio. Todos cambiamos. Lo queramos o no. Incluso podemos no ser conscientes de que ocurre. Igual ocurre. Y todo cambio no es progreso. A veces empeoramos. Pero es imposible progresar sin cambio. Por ello, la capacidad de comandar nuestro cambio, de alterar nuestros hábitos; de dejar atrás viejas formas de pensar que se han demostrado equivocadas, es una competencia tan necesaria: es la base para vivir una vida plena y satisfactoria. Imagina la dicha al descubrir que no estamos siendo muy productivos por un hábito que nos entorpece y decir: «lo cambio». O una vieja manía que está causando fricción en nuestra relación y… «lo cambio». Necesitamos aprender una nueva competencia que nos permitirá ser mejores profesionales y debemos alterar nuestra rutina diaria… «la cambio». Algo en nuestra dieta que no es muy saludable… «lo cambio». ...«Lo cambio» ...«Lo cambio» ...«Y lo cambio». Una persona capaz de semejante maleabilidad, capaz de construirse así mismo según su conveniencia, se convierte en una fuerza indomable de la naturaleza. Alguien así no puede sufrir de baja autoestima ni falta de confianza en sí mismo. Irá caminando triunfante con la certeza de saber que es dueño de su destino. La falta de confianza y de estima propia son cosas afectan a quienes precisamente están al otro lado del espectro. A quienes se sienten incapaces de cambiar. Una de las causas más comunes de la depresión es la sensación de impotencia ante la realidad. Las personas deprimidas manifiestan no sentirse capaces de tomar el control de su vida. Están a merced de los eventos externos. Lo mejor de todo es que cambiar es una competencia. Por lo tanto es entrenable. Si aún no te sientes con la confianza suficiente para decir «lo cambio», no te preocupes, no es tan difícil llegar hasta ahí. Empieza cambiando algo muy pequeño, casi insignificante. Persiste. Después, cambia algo solo un poco más exigente. Persiste. Repite. Y ya está. Eso es todo lo que necesitas.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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