Chris Anderson (1961) fue hasta 2012 el editor jefe de la popular revista WIRED, actualmente es cofundador y CEO de 3D Robotics, empresa que vende piezas de tecnología que permiten ensamblar drones en la comodidad del hogar. También es autor; en 2004 escribió un influyente artículo titulado The Long Tail (La Cola Larga), el cual dio luego origen a un libro del mismo nombre. En 2012 publicó Makers: La Nueva Revolución Industrial. En su libro de 2012, Anderson afirma que la democratización de los medios de producción, principalmente gracias a la disponibilidad de herramientas de diseño gratuitas y a la (muy probable) masificación de las impresoras 3D, va a traer como resultado el surgimiento de pequeños productores/emprendedores que obtendrán su sustento fabricando bienes para grupos reducidos de consumidores cuyo gusto difiere del gusto de las masas. Pero antes de explicar en qué consiste esta nueva revolución industrial es necesario conocer el concepto de Cola Larga. La teoría de la Cola Larga sostiene que nuestra cultura y economía están de manera progresiva alejándose del modelo predominante, que se centra en producir y comercializar un número pequeño de productos muy populares, y acercándose hacia un modelo económico basado en la manufactura de un gran número de productos de nicho en la cola de la curva de demanda. Las emisoras de radio o los canales de vídeos nos sirven para ilustrar esta teoría. Debido a las limitaciones de tiempo, dado que es imposible emitir más de 24 horas de música diaria, la mayoría de emisoras se centran en programar las canciones más populares, y dejan de lado aquellas menos conocidas que disfrutan sólo unos pocos. Lo mismo ocurre en los supermercados, en ellos el espacio es costoso, así que los comerciantes abastecen las estanterías con productos que tengan una alta demanda. Sin embargo, la llegada de servicios como itunes o Amazon ha cambiado el panorama, hoy encontramos a nuestra disposición una mayor oferta de canciones que no necesariamente son mega hits. Esto se debe a que en la economía digital es posible almacenar y transferir productos casi sin costo alguno. Para las empresas es un modelo de negocio atractivo, ya que no solo se benefician de vender productos súper populares sino que pueden obtener unos beneficios decentes vendiendo una gran cantidad productos con menor demanda. En vez de un producto que venda 100 unidades, pueden hacer lo mismo con 10 productos que vendan 10 cada uno. Ahora bien, el concepto de cola larga ha tenido un mayor impacto en la economía digital, su efecto no se ha sentido aún con fuerza en la producción de bienes físicos. “La revolución digital se ha limitado en gran medida a las pantallas. Nos encantan las pantallas, por supuesto, en nuestros portátiles, televisores, teléfonos. Pero vivimos en casas, conducimos coches y trabajamos en oficinas. Estamos rodeados de bienes físicos, la mayoría de ellos productos de una economía manufacturera que en el último siglo ha sido transformada en todos los aspectos, menos uno: a diferencia de la web, no está abierta para todos. Debido a la experiencia, los equipos y los costos de producir cosas a gran escala, la industria manufacturera sigue siendo territorio de las grandes empresas y profesionales bien entrenados. Eso está por cambiar.” El impacto de esta nueva revolución industrial será mucho mayor que el ejercido por la economía digital, pues el tamaño de esta última es marginal si la comparamos con la economía de bienes físicos (economía de los átomos, como la llama Anderson). Este nuevo panorama podría generar grandes oportunidades en la creación de nuevas empresas y puestos de trabajo. La productividad crece, pero hay millones de parados. En gran parte, eso se debe a que la fabricación, la gran proveedora de empleos durante el siglo XX (y la vía de acceso a la clase media desde hace generaciones), ya no crea puestos de trabajo en Occidente. Aunque está aumentando el rendimiento de las fábricas en países como Estados Unidos y Alemania, el porcentaje de los puestos de trabajo industriales en el conjunto de la fuerza laboral está en un mínimo histórico. Ello es debido en parte a la automatización, y en parte a que la competencia mundial está acabando con las empresas más pequeñas. Makers es un libro interesante que sin embargo se me hizo muy largo. Mas de 200 páginas hablando de las impresoras 3D me parece innecesario, tanto, que di por concluida su lectura al rededor de la página 100.
0 Comentarios
Dejar una respuesta. |
Tu privacidad está a salvo, tu correo no será compartido con nadie
pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
Archivos
Agosto 2022
|