“La mayoría de las cosas que hacemos no son esenciales. Elimínelas, usted tendrá más tiempo y más tranquilidad. Pregúntese ¿esto es necesario?” Marco Aurelio
En este rincón ya hemos hablado del exitoso emprendedor Paul Graham. En uno de sus estupendos artículos escribió sobre cual era la forma más eficiente de perder dinero:
“Es difícil gastarse una fortuna sin darse cuenta. Una persona con gustos normales encontrará difícil despilfarrar más de unas pocas decenas de miles de dólares sin pensar ‘¡Wow! Estoy gastando un montón de dinero’. Mientras que si comienzas a negociar con derivados financieros, puedes perder un millón de dólares (en realidad, tanto como quieras) en un abrir y cerrar de ojos”
Lo mismo ocurre con el activo más valioso: nuestro tiempo:
“Hace unos días me di cuenta de algo sorprendente: la cuestión con el tiempo es muy parecida que con el dinero. La forma más peligrosa de perder el tiempo no es gastarlo divirtiéndose, sino gastarlo haciendo trabajo falso. Cuando pasas tiempo divirtiéndote, sabes que estás siendo indulgente contigo mismo. Las alarmas empiezan a sonar con bastante rapidez. Si despertara una mañana y me sentara en el sofá a ver la tele todo el día, sentiría que algo está terriblemente mal. Sólo pensar en ello me da escalofríos. Empiezo a sentirme incómodo después de estar sentado en un sofá durante 2 horas viendo la televisión, ni pensemos en un día entero.
Existe una gran diferencia entre actividad y productividad. Actividad es cualquier cosa que hacemos. Productividad, sin embargo, es cualquier cosa que hacemos que nos ayuda a progresar hacia nuestras metas. Básicamente, no existe productividad sin priorización.
Los días que describe Graham, en los cuales es tan productivo como si se hubiera quedado viendo la tele, son los que yo llamo días de '100% actividad y 0% productividad'. Vas corriendo de un lado para el otro, terminas exhausto y, al final del día, te sientes decepcionado porque no te ocupaste de las cosas que tienen un impacto significativo en tus metas. ¿Cómo podemos ser más productivos? Apartando tiempo al principio y al final de nuestros días para reflexionar. Es decir, haciendo menos, pero priorizando más. El problema con este consejo es que va en contra de nuestra naturaleza, pues tenemos una inclinación natural hacia la acción: nos sentimos más productivos cuando estamos haciendo algo, que cuando estamos planeando. No obstante, según un estudio conducido por los profesores de Harvard, Francesca Gino y Bradley Staats, los trabajadores que dedicaron durante un mes 15 minutos a reflexionar sobre cómo había ido el día, al final de dicho mes fueron un 22,8% más productivos que el grupo de control que trabajó 15 minutos más de tiempo. Para evitar la hiperactividad sin productividad atendamos su consejo: “dedica tiempo simplemente para pensar y solo entonces actuar. A través de la reflexión, podemos entender mejor las acciones que estamos considerando y asegurar que son las que nos harán productivos. Como un mentor dijo a uno de nosotros: «no deje de pensar por andar ocupado»”
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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Agosto 2022
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