“No ruegues por una vida fácil, ruega por la fuerza para soportar una difícil” —Bruce Lee
A menudo los grandes fracasos son la antesala de un extraordinario crecimiento.
En 1997 Apple sufría pérdidas millonarias y Steve Jobs, después de haber sido despedido 12 años atrás, fue llamado por el consejo directivo para ser de nuevo el CEO de la empresa. El regreso de Jobs es quizás el más impresionante segundo acto de la historia de los negocios. De perder millones Apple pasó a ser la empresa más valiosa del mundo tras el regreso del célebre emprendedor. Era el hombre correcto para la tarea que había por delante, posiblemente nadie más podría haber logrado lo que el logro. Jobs co-fundó Apple Computer cuando tenía 21. A los 23 ya era millonario. Pero a los 30, cuando era enormemente exitoso, insanamente rico y una celebridad mundial, la suerte le cambió. John Sculley, quien había sido traído a Apple por el propio Jobs, lo despidió de la empresa que el mismo había fundado. Jobs lo recordó así en el famoso discurso de Stanford: Me echaron, y de una manera muy pública. Lo que había sido el centro de toda mi vida adulta se había ido. Yo estaba devastado. Fue un fracaso bastante público.
Pero no crucifiquemos a Sculley, muy probablemente Steve Jobs merecía ser despedido. La opinión generalizada para ese entonces era que él era un gran visionario, pero no un buen hombre de negocios. Estaba enfocado de manera obsesiva en crear el mejor ordenador posible y poco le importaban otras áreas de la empresa que se preocupan por ganar dinero.
También es legendario su estilo brutal de liderazgo. Si bien es cierto que uno de sus mayores atributos fue sacar lo máximo de cada persona, también es cierto que esta obsesión por la perfección lo llevaba, en muchas oportunidades, a ser desmedidamente cruel con su equipo. Después de su público despido vino un periodo de incertidumbre y dolor. [Yo] realmente no supe qué hacer durante unos meses. Sentía que había decepcionado a la generación anterior de emprendedores, que había dejado caer el testigo que ellos me había entregado.
Sin embargo, después de esos meses de desconcierto empezó su gran reinvención. Poco a poco, paso a paso y éxito tras éxito, Steve Jobs se convirtió en un sagaz hombre de negocios, capaz de realizar la hazaña de salvar Apple y convertirla en la admirada empresa que es hoy.
Los duros momentos que vivió tras su estrepitoso fracaso se convirtieron en los mejores maestros. Yo no lo vi así entonces, pero resultó que ser despedido de Apple fue lo mejor que me pudo haber pasado. El lastre de ser exitoso fue reemplazado por la ligereza de ser un principiante otra vez, menos seguro de todo. Esa libertad me ayudó a entrar en uno de los periodos más creativos de mi vida.
El crecimiento que experimentó Steve Jobs después de su tropiezo no es desconocido para la ciencia. La psicología le ha llamado a este fenómeno “crecimiento post-traumático”. Muchas personas, después de afrontar experiencias dolorosas o grandes fracasos, son capaces de rehacerse y convertirse en una mejor versión de lo que antes eran.
Los científicos han identificado cinco áreas que se fortalecen después de vivir infortunios: 1) Relaciones interpersonales. 2) Identificación de nuevas posibilidades en la vida. 3) Fortaleza personal. 4) Espiritualidad. 5) Aprecio de la vida. Como Steve Jobs reconoció, la creatividad es otra área que se ve estimulada. Un estudio llevado a cabo por el departamento de psicología de la Universidad de Pensilvania, encontró que el número de eventos adversos reportados por los participantes, predecía la dimensión del aumento que ellos percibían de su propia creatividad. ********** Las frustraciones que sufrió la cantante Rachel Platten durante 12 años, estimularon su creatividad de manera extraordinaria. Hoy se encuentra en la cima de su carrera gracias a que supo encausar hacia su arte el dolor que experimentó. Su canción, Fight Song, ha sido vista casi 23 millones de veces en YouTube y fue número uno en iTunes, desbancando de la primera posición a la consagrada Taylor Swift. Después de más de una década de perseguir su sueño sin éxito alguno. Después de ver como algunos críticos calificaban su música como ligera e insignificante. Rachel, abatida y exhausta tras tantos años de infructuosa lucha se sentó y escribió esto:
Tristemente no todos reaccionamos como Steve Jobs y Rachel Platten. El mundo sería un lugar muy distinto si todos respondieramos de la misma manera que lo hicieron ellos. Sin embargo, lo que ellos, y muchos otros han demostrado, es que es posible reinventarse después de afrontar severas adversidades.
Si es humanamente posible, significa que está a nuestro alcance. Cuando todo sea oscuridad, cuando todo se ponga cuesta arriba, recuerda lo que dijo Steve Jobs: “No pierdas la fe” y sigue luchando. Ahora disfruta de Fight Song
2 Comentarios
5/8/2015 05:03:03 am
Los grandes marineros no se han forjado en mares tranquilos.
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Pablo
5/8/2015 11:46:50 am
No puedo estar más de acuerdo.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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