"Andar buscando obtener estatus, buscando alcanzar "importancia", no puedo pensar en nada más ridículo" —Søren Kierkegaard
Recuerdo que hace ya bastantes años, quizá unos 20, había cambiado de empleo, y como consecuencia de ello, mis ingresos eran mejores.
Ese dinerillo extra me permitió de inmediato elevar mi nivel de vida, podía salir con mayor frecuencia y a mejores sitios, mejores vacaciones, ropa de marca… Ahhh… la buena vida. Junto a mi había ingresado a la empresa otro chico, que aunque era unos años menor que yo, terminó dándome una gran lección. Resulta que mientras yo estaba disfrutando de los placeres que mi nueva posición me permitía disfrutar, el chico, con un ingreso un poco menor que el mio, se las había arreglado para ahorrar y en unos pocos meses pudo comprar un taxi. En lugar de dedicarse a la búsqueda de gratificación instantánea, mi previsor amigo guardó dinero para invertir en activos que luego le produjeran más dinero. Después de que salí de esa empresa no volví a saber nada de él, pero estoy seguro que sí siguió con esa misma filosofía, y doña Fortuna no se ensañó con él, hoy en día debe disfrutar de una posición económica holgada. Mi forma de actuar en ese entonces es una de las razones que explica porqué las personas después de muchos años de trabajar no terminan siendo ricas. Cuando recibimos ingresos extra, el primer impulso de la mayoría de la gente es comprar cosas que eleven su estatus, cosas que demuestren que ahora está en mejor posición. Nos morimos de ganas por exhibir que somos prósperos y que gozamos de una mejor calidad de vida. Steven Pinker, en su magnífico libro La tabla rasa, hace referencia a esta miope tendencia de los seres humanos: El problema… es que las personas poseen unas ansias de estatus. Su primer impulso es gastar el dinero de forma que los demás lo puedan observar (casas, coches, vestidos, una educación selecta), y no de forma que sólo ellos lo conozcan (atención médica, seguridad en el empleo, planes de ahorro e inversión).
Según afirman varios biólogos evolutivos, la razón del ser humano no surgió como un dispositivo para ayudarnos a pensar con claridad y evitar que realicemos tonterías. Pues dada la cantidad de sesgos cognitivos que habitan dentro de ella, y los numerosos errores de juicio que cometemos, si su objetivo es que pensemos con lucidez, el fracaso de madre naturaleza ha sido espléndido.
Nuestra mente es una mente social, y su principal preocupación es prosperar, ganar reconocimiento dentro del grupo social en el cual nos desenvolvemos. Alguien que goce de prestigio dentro de su comunidad podrá asegurarse pareja reproductiva, lo que de veras preocupa a la selección natural. Esa es la razón de nuestra permanente obsesión con la opinión que otros tienen de nosotros, y en cuanto podemos, hacemos cosas que mejoren nuestra imagen. Esta ansiedad por el estatus es una de las principales razones por las cuales las personas, después de muchos años de trabajo, no son ricas o no cuentan con ahorros que los protejan contra los cambios inesperados de fortuna. Si resistiéramos los impulsos de gratificación instantánea y la ansiedad por el estatus, podríamos realizar mejores decisiones con nuestro dinero. Así, en lugar de gastar para presumir (muchas veces recurriendo a préstamos y al pago de intereses), podríamos realizar inversiones que en un futuro nos permitieran vivir con mayor seguridad y comodidad. Con el tiempo, gracias al poder del interés compuesto, una vez acumulamos unos ahorros considerables, estos se empiezan a multiplicar a una velocidad mucho mayor, permitiéndonos acumular riqueza con celeridad. Además, unos ahorros robustos abren la puerta a otras oportunidades de inversión que no están disponibles para personas con menores fondos. Por mi parte, espero haber aprendido la lección y no volver a cometer los mismos errores del pasado. El día que compre un reloj de lujo, habré fallado de nuevo.
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4 Comentarios
Fernando Gonzalez
13/6/2017 06:03:37 am
Hola Pablo muy cierto creo que planear nuestro futuro financiero es mucho muy importante un libro muy bueno que a mí me ayudó a poner orden se titula pequeño cerdo capitalista de Sofía Macías es muy básico pero te hace darte cuenta de que debemos preocuparnos por nuestras finanzas...saludos y gracias
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Pablo Arango
13/6/2017 06:57:30 pm
Hola Fernando, voy a darle un vistazo al libro, gracias por compartirlo y gracias por comentar. Un abrazo
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Muy buen consejo. Sencillo, practico, y fácil de entender. Es lo que he tratado de enseñar a mis conocidos, pero hacen caso omiso, siguen con lo pretencioso. Les compartiré a ellos y a mis redes sociales esta publicación, Dios quiera y a ti te hagan caso jajaja.
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Pablo Arango
13/6/2017 07:03:10 pm
Que así sea amigo, ojalá este artículo ayude (aunque sea un poco) a salir de la trampa y a actuar con mayor cordura.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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