"Cada persona tiene un gran poder dentro de sí esperando ser liberado. A veces sólo necesitan un pequeño empujón, un poco de orientación, un poco de apoyo, un poco de entrenamiento, y entonces las más grandes cosas pueden suceder" —Pete Carroll
Los logros académicos de Scott Barry Kaufman son impresionantes. Ha obtenido diplomas de algunas de las universidades más prestigiosas del mundo: Carnegie Mellon, Cambridge University y Yale.
En 2011 ganó el Premio Daniel E. Berlyne a la excelencia en la investigación científica, otorgado por la Asociación Psicológica Americana. También obtuvo el Premio Internacional Mensa 2011-2012 a la excelencia en la investigación. El portal Business Insider lo nombró como uno de los "50 innovadores científicos que están cambiando la forma en que vemos el mundo". Por si fuera poco, ha escrito también dos libros y toca el violonchelo para divertirse. Lo que resulta más paradójico de todo es el premio otorgado por Mensa, la cual es una asociación exclusiva para personas con un coeficiente intelectual superdotado, pues hasta los 14 años Kaufman fue considerado una persona con discapacidad intelectual. Cuando era niño, debido a las múltiples infecciones auditivas que padeció, Barry Kaufman desarrollo dificultades para procesar información verbal en tiempo real; lo que su vez condujo a dificultades en el aprendizaje. “Yo siempre estaba —afirmó— uno o dos pasos por detrás de los otros chicos de mi clase”. Por fortuna, cuando tenía 14 años y aún continuaba en un colegio para personas con problemas de aprendizaje, un profesor lo llamó aparte y le preguntó por qué no tomaba clases más desafiantes, por qué solo se matriculaba en las fáciles. Esa pregunta le hizo cuestionarse por primera vez si de verdad tenía una limitación y ese era todo su potencial. Conocer a ese profesor, que creyó en él y lo invitó a esforzarse más, resultó ser el punto de inflexión en la vida de Kaufman, a partir de ahí empezó a tomar clases más difíciles y a trabajar más. "Estaba decidido a demostrar a todos, a cualquiera, que era intelectualmente capaz de cualquier cosa" recordó. La historia de este destacado investigador está lejos de ser única. Son varias las investigaciones y pruebas realizadas que demuestran que cuando creemos que alguien puede alcanzar grandes cosas, que puede sobresalir, termina sorprendiéndonos y excediendo nuestros más audaces pronósticos. Hace unos años seleccionaron a un grupo de estudiantes promedio (ninguno tenía inteligencia sobresaliente) y se les dijo a sus profesores que estos eran niños superdotados. Los profesores, creyendo que sus estudiantes tenían capacidades excepcionales, los trataron como tal y les dedicaron una atención especial; al final de la investigación, esa creencia se convirtió en realidad: los niños obtuvieron puntajes sobresalientes en las pruebas académicas. De igual manera, es muy probable que si alguien nos preguntara, ¿qué persona en tu vida ha jugado un papel fundamental? La mayoría nos referiremos a alguien que, como el profesor de SBK, creyó en nosotros incluso cuando ni siquiera nosotros mismos creíamos. Cada uno de nosotros puede llegar a ser como el profesor de Scott Barry Kaufman, si consideramos a todas las personas a nuestro alrededor como seres excepcionales llenos de talento y grandeza, les ayudaremos a creer más en sí mismos y en sus posibilidades. Esto es algo que no debemos olvidar quienes somos padres, o educadores, gerentes, directivos; podemos (y debemos) hacer una gran diferencia en la vida de los demás.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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