"Rodéate solo de personas que te ayuden a elevarte aún más" —Oprah Winfrey
Esta verdad puede resultar un poco fastidiosa para aquellos que se consideran únicos, originales; aquellos que dicen, «cuando me hicieron, el molde se rompió».
Resulta que nuestro comportamiento, nuestra personalidad, están muy influenciados por las personas a nuestro alrededor. Los seres humanos adoptamos muchos patrones de conducta de las personas con quienes tenemos relación. Un ejemplo claro de esto es lo que ocurre con la moda. Muchos no acostumbramos a comprar revistas especializadas para saber que es lo último que se lleva. Pero al observar por la calle lo que viste la gente, terminamos siendo influenciados por lo más habitual. Después de verlos por todos lados durante un verano, los pantalones rosa terminaron por parecerme una opción aceptable. En las parejas que llevan cierto tiempo o en los amigos que se ven a menudo, se puede ver como terminan usando los mismos gestos o las mismas expresiones al hablar. Después de compartir un buen tiempo con un amigo, noté cómo empecé gesticular con las manos de la misma manera que él lo hace. Con mi hija, al verla hablar cuando llega a casa, puedo saber con cual de sus amiguitas ha estado jugando. Esta permeabilidad no tiene porqué fastidiarnos. Todo lo contrario. Si jugamos nuestras cartas con inteligencia, puede resultar ser una enorme oportunidad. Saber que las personas con las cuales nos relacionamos, influyen de manera decisiva en quienes somos, nos permite escoger tener relaciones con lo mejor de lo mejor, con lo más selecto y destacado; con aquellos que han cosechado los triunfos extraordinarios con que nosotros soñamos. Y así, por esta vía, hay una gran probabilidad de que terminemos siendo también nosotros, extraordinarios. «¡Qué! ¿Me estás diciendo que lo abandone todo, que deje a mi familia y a mis amigos y vaya tras un gran maestro para que me acoja bajo su tutela?». No, no, no… ¡por favor!, ¡no te apresures a sacar conclusiones! Eso no es lo que quiero sugerir. No tienes porqué, como hicieron los apóstoles, dejarlo todo para ir en busca de un redentor. Puedes seguir al lado de los tuyos y ponerte bajo la tutela de un espíritu iluminado desde la comodidad de tu casa. «Pero si la gente muy exitosa es también gente muy ocupada, ¿de donde van a sacar tiempo para venir a mi casa a enseñarme a ser extraordinario?». Tranquilo mi amigo, no te desanimes. La cosa es un poco más simple. O más bien, bastante simple. Lo que te estoy sugiriendo es que te conviertas, desde el rinconcito de tu hogar que prefieras, en un estudiante de los grandes hombres. Para ser influenciado por los mejores, ¡mira que suerte!, no es necesario estar a su lado. Lo podemos hacer leyendo los libros que han escrito, o los libros que otros han escrito sobre ellos; o, una más moderna, escuchando las entrevistas que les realizan. Estudiando la vida de otros grandes hombres es como muchos grandes hombres han construido su grandeza. El expresidente de EEUU, Barack Obama, es un fiel admirador de Gandhi. Cuando le preguntaron con que persona viva o muerta le gustaría tener una cena, esto fue lo que contestó: Sabes, creo que podría ser Gandhi, quien es un verdadero héroe mío.
De igual manera, Nelson Mandela reconocía la influencia de las ideas de Gandhi en su lucha contra el apartheid:
Las ideas de Gandhi han jugado un papel vital en la transformación de Sudáfrica y, con la ayuda de las enseñanzas de Gandhi, el apartheid ha sido superado.
Alejandro Magno, uno de los grandes conquistadores de la historia se inspiraba en Aquiles. Julio César, el personaje más conocido del imperio romano era a su vez gran admirador de Alejandro Magno.
Esta influencia que ejercen los grandes hombres sobre nosotros, es la razón por la cual muchos líderes son entusiastas lectores de biografías. Nosotros podemos hacer lo mismo, subirnos sobre los hombros de los titanes de la historia para alcanzar con más facilidad nuestros más elevados sueños. Basta con escoger a una persona que haya realizado lo que nosotros queremos realizar, y dedicarnos a estudiar su vida, sus ideas y su carácter. La historia de Jon Morrow (compartida aquí) causa verdadera admiración. Paralizado desde su cuello y con un diagnóstico de vida muy sombrío, Jon ha sido capaz de crear un negocio rentable y así mostrar cuán equivocados estaban aquellos que lo daban por perdido. ¿Y como pudo el combativo Jon escapar de su lúgubre destino? Dejemos que sea él mismo quien responda: Escuchaba, horas y horas todos los días, historias y oradores motivacionales que aseguraban que podía hacer cualquier cosa y, con el tiempo, les creí.Durante 4-8 horas al día escuchaba podcasts y audiolibros que contaban historias de personas que realizaban cosas increíbles. Tony Robbins, Zig Ziglar, biografías de Franklin Delano Roosevelt y Christopher Reeve. ¿El objetivo? Destruir lo negativo...
Es así como también podemos hacerlo nosotros. Dejar que las ideas de los grandes hombres, de los mejores, penetren en nosotros y nos transformen en individuos más aptos. Capaces también de culminar grandes empresas.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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