"A menos que pueda concentrarse en lo que usted quiere hacer y suprimir las distracciones, es duro conseguir algo. Punto." — Winifred Gallagher
La primera vez que se vieron Warren Buffett y Bill Gates fue en 1991, durante una cena organizada por la madre de Gates; quien preguntó a los asistentes cuál creían ellos era el factor más importante de su éxito. Gates y Buffett tuvieron la misma respuesta: enfoque.
Paul Allen, cofundador de Microsoft, explicaba así la intransigente capacidad de enfoque de su compañero: Yo sentía curiosidad por estudiar todo lo que veía, Bill, en cambio, se centraba en una sola tarea con total disciplina. Lo podías ver cuando estaba programando, se sentaba con un marcador apretado en la boca, moviendo sus pies y balanceándose; impermeable a la distracción.
El intelectual Nassim Nicholas Taleb relata en su libro Antifrágil cómo se convirtió en uno de los mayores expertos mundiales en riesgo:
Me fui a la librería y pedí (en ese tiempo no había Web) casi todos los libros con las palabras ‘probabilidad’ o ‘estocástico’ en su título. No leí nada más durante un par de años, nada del material del curso, ningún periódico, nada de literatura, nada. Leía en la cama, saltaba de un libro a otro cuando no conseguía entender algo inmediatamente o me sentía ligeramente aburrido. Continue comprando ese tipo de libros. Tenía hambre de profundizar en el problema de las pequeñas probabilidades. No me costó ningún esfuerzo. Esa fue mi mejor inversión, riesgo resultó ser el tema que conozco mejor.
El esfuerzo de ese par de años de brutal enfoque pagó enormes dividendo: cinco años después ya había ganado dinero suficiente para el resto de su vida.
Concentrar nuestros esfuerzos en un puñado de actividades claves y eliminar las irrelevantes es la antesala de grandes éxitos. Ser capaz de realizar un gran trabajo no es producto de la suerte. Es producto del enfoque. La maestría no se consigue de la noche a la mañana, toma tiempo; afortunadamente, mucho menos de lo que pensamos. La práctica hace al maestro. El programador de software, Brad Isaac, una noche estaba realizando un stand-up comedy, al terminar su presentación se encontró con el ya famoso Jerry Seinfeld y le pidió algún consejo. Seinfeld le contó que todos los años, en enero, cuelga un enorme calendario en la pared, cada día que se sienta a escribir chistes, con gran deleite, marca una enorme X roja en el día correspondiente, a medida que pasan los días va formando una cadena de equis. Su consejo fue: “no rompas la cadena”. Es la práctica diaria y paciente de las habilidades relevantes para tu profesión lo que te lleva a destacar. No existen atajos ni sustitutos. Esta el la opinión de Warren Buffett: Ser un inversionista exitoso requiere tiempo, disciplina y paciencia. No importa cuán grande es tu talento o el esfuerzo que aplicamos, algunas cosas simplemente toman tiempo: no se puede producir un bebé en un mes embarazando a nueve mujeres
Realizar un gran trabajo toma tiempo en madurar, incluso podemos empezar a dudar si algún día veremos los resultados de nuestra dedicación. Muchos abandonan antes de tiempo. Pero esa paciencia y dedicación, luego es recompensada.
Todd Henry escribe esto en el estupendo libro Die Empty : 'El Retraso' es la brecha entre causa y efecto. Es el tiempo que transcurre entre plantar una semilla y cosechar. Es cuando todo el trabajo que has hecho parece haber producido poca o ninguna recompensa y hay poco en el horizonte que indique que las cosas van a mejorar. Cuando estás en 'El Retraso', lo único que te mantiene avanzando son: (a) la confianza en tu visión y en tu capacidad para llevarla a buen término, (b) la voluntad de decir no a otras cosas que te tientan para desviarte de tu curso y (c) el diario, diligente, urgente progreso.
No puedo garantizarte que si te aplicas a mejorar tus habilidades llegarás tan lejos como Buffett y Gates, pero si te puedo asegurar, que estarás muy por delante de millones de personas. Simplemente recuerda: “no rompas la cadena”.
Si te ha gustado el artículo, significa mucho para mi que lo compartas. Pero siéntete libre de hacerlo o no.
2 Comentarios
4/7/2015 03:22:12 am
Pero el foco no te puede hacer olvidar el entorno. Sería como poner un faro donde no hace falta.
Responder
Pablo
5/7/2015 11:50:17 am
Cierto
Responder
Dejar una respuesta. |
Tu privacidad está a salvo, tu correo no será compartido con nadie
pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
Archivos
Agosto 2022
|