"Las personas necias e ignorantes se dedican a vivir con descuido, mientras que un hombre sabio guarda su atención como su posesión más preciosa" —Buda
Mientras conducía, ponía un audio-libro. Lavando los platos, algún videillo en Youtube. En el gimnasio, escuchaba lecciones de inglés. Incluso en algunas tardes de domingo, cuando el deseo y la pasión asomaban, dejé el televisor encendido, por si marcaba un gol mi equipo.
¡Qué listo era! ¡No desperdiciaba ni un minuto! Bendita sea la multitarea, cuánto provecho me daba. Hasta que un día aprendí que la multitarea no existe. No es más que un mito. Como el monstruo del lago Ness y la no muerte de Elvis. Pensamos que estamos haciendo varias cosas a la vez, siendo súper eficientes y productivos. Pero en realidad, lo que estamos haciendo lo hacemos peor y tardando más tiempo del que tomaría hacer una cosa primero y luego la otra. Además, dividiendo nuestra atención en más de una cosa, lo que conseguimos es no estar por completo en ningún lugar. Cualquiera que pueda conducir con seguridad --afirmó Albert Einstein— mientras besa a una linda chica, simplemente no le está dando al beso la atención que merece.
Maria Konnikova en el estupendo libro ¿Cómo pensar como Sherlock Holmes?, lo expresa de esta manera:
La atención es un recurso limitado. Prestar atención a una cosa va necesariamente en detrimento de otra. No es posible que dos tareas ocupen por igual el primer plano de la atención. Inevitablemente, la atención se acabará condensando en una, y la otra —o las otras— se acabarán convirtiendo en un ruido irrelevante, en algo que se debe filtrar. O, peor aún, no se fijará en ninguna y todo se convertirá en ruido: un poco más claro, sí, pero ruido al fin y al cabo.
La dispersión de la atención tiene consecuencias negativas en nuestra calidad de vida, y consecuencias desastrosas en nuestra productividad.
Esto afirma el doctor Joseph Cardillo, experto en el entrenamiento de la atención: La manera como presta atención le ayudará o le perjudicará en el día a día. Esto se debe a que la atención juega un papel crítico en lo que piensa, siente, recuerda y cómo actúa. Afecta su motivación y capacidad para alcanzar sus metas y, en particular, las metas que son significativas para usted. La atención afecta la precisión de sus decisiones y el efecto acumulativo que ejercen en su vida. Esta le ayudará a clarificar quién es usted y la persona en que desea convertirse, y le permitirá construir el andamio para llegar hasta allí.
Los beneficios del control consciente de la atención no son cosa moderna, sabios de todas partes entendieron desde hace siglos su rol vital en nuestras vidas:
Las personas necias e ignorantes —dijó Buda— se dedican a vivir con descuido, mientras que un hombre sabio guarda su atención como su posesión más preciosa.
A finales del siglo XIX, William James, el padre de la psicología moderna, escribió que «la facultad de volver a encauzar de manera voluntaria y repetida la atención que divaga es la raíz misma del juicio, el carácter y la voluntad... La educación que mejore esta facultad será la educación por excelencia».
No obstante, en ningún momento de la historia hemos estado tan distraídos como ahora, algunos estudios han encontrado que cada vez se reduce más el tiempo que las personas son capaces de mantener la atención fija en algo. Las tecnologías a nuestro alcance no hacen sino agravar el problema. Cuando cambiamos con frecuencia el foco de atención, no hacemos sino deteriorar la capacidad de la mente para concentrarse por largos periodos de tiempo. Y resulta que el control de la atención es algo parecido a un super poder. El premio Nobel de economía Robert J. Shiller afirmó lo siguiente: La capacidad de centrar la atención en cosas importantes es una característica fundamental de la inteligencia.
Esta afirmación ha sido probada por las investigaciones del psicólogo de la Universidad de Michigan, Richard Nisbett, quien encontró que los americanos de origen chino con un coeficiente intelectual de 100 logran lo mismo académicamente que un americano blanco con un coeficiente intelectual de 120. "Esto es un resultado directo de la concentración con la que realizan su trabajo escolar".
Por otro lado, la distracción constante tiene también un efecto sobre la inteligencia. Las investigaciones del psicólogo Dr. Glenn Wilson encontraron que los trabajadores que constantemente eran distraídos por llamadas telefónicas y correos electrónicos, experimentaron una caída del 10% en su coeficiente intelectual. Esto ya no es una amenaza, está ocurriendo ahora. Los trabajos de carácter repetitivo, tanto intelectuales como manuales, serán realizados por algoritmos y robots. Los trabajadores que prosperen en los próximos años serán aquellos capaces de producir trabajo intelectual creativo. Esto no es algo que podamos realizar si permanecemos distraídos. Por todo ello, hoy intento hacer la mayor parte del tiempo una sola cosa a la vez. Nada de vídeos mientras lavo los platos. Cuando conduzco rara vez enciendo la radio. Incluso eliminé el tiempo de lectura en el baño. Una cosa a la vez. Uno de los grandes beneficios de mi nueva actitud es un mejor conocimiento de mi mismo, pues no solo presto atención a lo que ocurre fuera, también a lo que pasa dentro. Y, por supuesto, mi capacidad de concentración ha mejorado de manera significativa. Y por cierto, este artículo me ha salido un poco más largo de lo normal. Si has logrado llegar hasta aquí sin mirar algo más, hay esperanza para ti. ¡Enhorabuena!
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3 Comentarios
Elaprendizcuarenton
7/4/2017 07:46:57 am
Hola Pablo, está claro que a cuantas menos dianas centramos nuestra atención mas posibilidades hay de dar en el blanco de hecho es imposible dar en dos a la vez. Es importante no distraerse con banalidades que estropeen y hagan más ineficaz nuestro trabajo principa,l pero en mi opinión el ser humano tiene también la capacidad de la multitarea y en muchos casos viene bien, que se lo digan a mi madre por ejemplo con 4 hijos de edades similares, no hay q despreciar esa capacidad, aunque no sea la mejor para hacer trabajos de calidad superior si es útil en ciertas situaciones. Hay que buscar el equilibrio entre los dos poderes. Por cierto me encanta escuchar podcast en el coche en viajes por autovía, ojo nunca en ciudad y aunque puede que pierda algo de atención al conducir esto lo tenemos tan mecanizado que personalmente creo que el incremento de riesgo de accidente es mínimo, es más diria que te ayuda a que no te de sueño en viajes largos. Un abrazo.
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Pablo Arango
7/4/2017 02:54:52 pm
Hola Aprendiz.
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Hola Pablo, primero de todo felicitarte por el artículo. Tienes mucha razón en lo que comentas, es muy importante la educación de la atención y entrenar nuestra capacidad de gestionarla. Me gustaría aportar algo más al artículo, simplemente comentar que planteas la atención como una serie de recursos fijos y finitos, como si fuera la cantidad de RAM de un ordenador. Y según mi experiencia, los recursos son finitos pero variables, dependiendo del nivel de activación del cerebro y del cuerpo en general.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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