"El secreto de tu futuro se esconde en tu rutina diaria" —Mike Murdock
Cuando me desperté, me dirigí al baño y de inmediato sentí cómo su peso me abrumaba: «Buenos días apatía», saludé.
Esa es la palabra que llega a mi mente si quiero describir el estado de ánimo que me acompañaba aquella mañana. En ese momento lo único que quería era regresar a la habitación; revisar que las cortinas estuvieran bien cerradas y volverme a meter en la cama. En ocasiones nos sentimos desanimados. Quizá las cosas no están sucediendo como nos gustaría, quizá la brecha entre nuestra situación soñada y la real es amplia, entonces se hace abrumadora. Al salir del baño no me metí de nuevo en la cama, me dirigí a mi despacho y di comienzo a mi rutina matinal, aquella que ejecuto casi todas las mañanas desde hace un par de años. Esta consiste en escribir en mi diario, meditar y leer algo inspirador antes de que se despierte el resto de la tropa. Así que agarré el cuaderno y escribí: «Apatía, eso es lo que sentí esta mañana al despertar y lo que he venido sintiendo durante los últimos días… ». No obstante, a pesar del desánimo que sentía, al continuar escribiendo algo fantástico empezó a ocurrir. Resulta que el día anterior había leído un artículo de Seth Godin que me había hecho pensar en mi propósito: “Inspirar y guiar la transformación de las personas. Contribuir para que nuestras vidas sean más felices y satisfactorias”. Poner de nuevo en primer plano mi misión me hizo recordar que esto no se trata solo de mí y de mis necesidades, sino de la contribución que quiero hacer, de mi deseo de ser útil y crear un impacto positivo en el mundo. Unas pocas frases más adelante terminé escribiendo, pletórico (te pido disculpas por el lenguaje, se supone que era para consumo interno y que no iba a ser publicado), lo siguiente: «¡Cómo me ha ayudado el artículo de Godin! Me ha puesto a pensar, y esa claridad me ha dado vigor para ayudar a resolver más problemas. La apatía para la put* mierd*, ahora me siento eléctrico.» Ese día, que empezó de forma tan poco prometedora, terminó siendo un gran día, trabajé con gran entusiasmo y devoción. Dos conclusiones me deja esta historia: las rutinas son importantes y de igual manera lo es tener un propósito. Aquel día no me apetecía hacer nada, pero gracias a una rutina bien asentada, logré ponerme en marcha. Las rutinas son la base sobre el cual se edifica la excelencia. “Somos lo que hacemos repetidamente —afirmó Aristóteles—, la excelencia, por lo tanto, no es un acto, sino un hábito”. Los objetivos de largo plazo dependen de los avances que logremos hacer cada día. Si cumplimos con nuestro trabajo una y otra vez de forma consistente, el efecto acumulativo de esas acciones terminará siendo definitivo en los resultados que obtengamos. Las rutinas nos protegen contra los vaivenes de nuestros estados de ánimo. El poder de los hábitos reside en que los realizamos de manera casi automática, no es necesario recurrir a nuestra fuerza de voluntad para llevarlos a cabo. Los buenos hábitos, entonces, se convierten en los rieles por donde avanza nuestro tren con destino al éxito y la felicidad. Por otro lado, tener una rutina establecida me permitió ponerme en marcha, evitó que despilfarrara el día en actividades intrascendentes. Pero lo que transformó mi estado de ánimo fue conectar con mi misión. Darle a tu vida un sentido de propósito ayuda a avanzar con mayor enfoque y claridad en tu día a día. Especialmente en esos momentos de gran desafío e incertidumbre. Establecer intenciones claras y desarrollar y refinar el propósito de tu vida puede hacer que sea mucho más fácil navegar en aguas tempestuosas. Tener una misión que cumplir permite utilizar fuentes de energía, coraje y determinación que no sabíamos que existían. Y eso fue lo que me ocurrió esa mañana, cuando conecté con mi propósito pude sentir como la energía fluía por todo mi cuerpo y como el desánimo se desvanecía, como se desvanece la niebla cuando el sol despliega todo su poder. Rutina y propósito, combinación poderosa.
¿Te gustó? Puedes suscribirte AQUÍ y recibir gratis artículos con ideas y consejos sobre cómo superarte y ser tu mejor tu.
2 Comentarios
Pablo Arango
4/5/2017 08:58:43 pm
Gracias a ti Araceli por comentar.
Responder
Dejar una respuesta. |
Tu privacidad está a salvo, tu correo no será compartido con nadie
pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
Archivos
Agosto 2022
|