"La principal tarea en la vida del hombre es darse a luz a sí mismo, convertirse en lo que potencialmente es. El producto más importante de su esfuerzo es su propia personalidad" —Erich Fromm.
A pesar de ser considerado por muchos como una de las mentes más iluminadas del siglo XX, debo reconocer que hasta ahora no había leído nada de Erich Fromm.
No les falta razón a quienes ensalzan a este lúcido humanista. Los dos libros que devoré este fin de semana (Del tener al ser y El arte de amar) pueden ser lo mejor que me he leído este año. El primero de ellos (Del tener al ser), es una hoja de ruta trazada por el autor, que quiere ayudar a liberarnos de la doctrina materialista que impera en nuestra sociedad, donde es más importante acumular riqueza que desarrollarnos plenamente como individuos. El bienestar del hombre; su plena humanización le exige cambiar de orientación: de la posesión a la actividad y del egoísmo a la solidaridad.
Ahora bien, si deseamos aprender a vivir bien, primero debemos responder a la pregunta ¿más allá de la supervivencia biológica, cuál es el propósito de la vida, que sentido tiene vivir?
Parece que la naturaleza —o, si se prefiere, la evolución— ha dado a todo ser viviente esta voluntad de vivir, y cualesquiera crea el hombre que son sus motivos, no son más que ideas derivadas con las que justifica este impulso biológico.
Felicidad es un término, como bien observa Fromm, que significa diferentes cosas para muchas personas. Pero quizá la definición más generalizada es, la ausencia de dificultades y poder obtener lo que deseamos. O para expresarlo de otra forma, experimentar poco dolor y mucho placer.
El autor sostiene que nuestro objetivo no debería ser buscar la felicidad en los términos antes descrita, sino, esforzarnos por alcanzar el máximo desarrollo de nuestras potencialidades, evolucionar como individuos tanto como podamos. Esto puede entenderlo cualquier jardinero. El fin de la vida de un rosal es llegar a realizar todo su potencial: que sus hojas se desarrollen bien y que su flor sea la rosa más perfecta que pueda nacer de su semilla. El jardinero sabe que, para alcanzar este objetivo, debe seguir ciertas normas conocidas por experiencia. El rosal necesita un tipo especial de tierra, de humedad, de temperatura, de sol y sombra. A él corresponde procurárselos si quiere conseguir buenas rosas. Pero, incluso sin su ayuda, el rosal trata de satisfacerse un máximo de necesidades. No puede modificar en nada la tierra y la humedad, pero puede, si tiene la oportunidad, inclinarse hacia el sol… ¿Por qué no habría de ocurrir lo mismo con el género humano?
Su conclusión, sobre cuál debería ser el objetivo fundamental de la vida, es la siguiente:
La finalidad de la vida, puede definirse como un crecimiento propio que nos acerque todo lo posible al óptimo desarrollo de acuerdo con las condiciones de la existencia humana, llegando a ser plenamente lo que somos en potencia; dejar que, dada la naturaleza del hombre, la razón o la experiencia nos lleven a comprender qué normas conducen al bienestar.
Pero si deseamos alcanzar nuestra máxima expresión como seres humanos, primero debemos liberarnos de las cadenas que nos lo impiden.
Según el destacado humanista, las cadenas más opresivas, aquellas que con más contundencia nos mantienen sometidos, son nuestro característico narcisismo y el materialismo fomentado por nuestra cultura, la cual, señala que quien más tiene es quien más feliz es. Si el «bienestar», si el vivir bien como persona es el fin supremo de los propios esfuerzos, se nos presentan dos buenos cambios para alcanzar esta meta: superar nuestro narcisismo y superar nuestra estructura existencial centrada en la posesión.
A continuación, Fromm nos brinda su definición de narcisismo:
El narcisismo es una orientación por la que todo interés y toda pasión se dirigen a la propia persona… Para el narcisista, lo único plenamente real es él mismo y lo que le afecta. Lo exterior, lo que se refiere a otros, sólo le es real en el sentido superficial de la percepción, o sea, es real para sus sentidos y para su intelecto, pero no es real en un sentido más profundo, para su sentimiento o su entendimiento. De hecho, sólo es consciente de lo exterior en tanto le afecte. Por tanto, no hay amor, ni participación, ni juicio racional objetivo. El narcisista extremo ha levantado un muro invisible entorno suyo. Él lo es todo y el mundo no es nada; o mejor: él es el mundo.
La otra gran cadena es el egoísmo que fomenta nuestra sociedad, obsesionada con el dinero y la acumulación de bienes.
El egoísta… lo quiere todo para sí, no le gusta dar ni compartir, no encuentra satisfacción en la solidaridad, la cooperación ni el amor; es una fortaleza incomunicada, receloso de los demás, ansioso de tomar y reacio a dar.
Cuando nos lanzamos hacia el camino de la liberación, advierte Fromm, experimentaremos miedo y ansiedad, pues estaremos abandonando el terreno que ya conocemos y nos adentramos en campos desconocidos que, no obstante, albergan grandes recompensas.
Si tenemos la voluntad y la determinación de romper los barrotes de la prisión del narcisismo y del egoísmo; y si tenemos el valor de soportar la angustia correspondiente, sentiremos los primeros atisbos de la alegría y de la fortaleza que al final podremos alcanzar. Entonces, un nuevo elemento entrará en escena. Esta nueva sensación llegará a ser el móvil decisivo para perseverar y continuar por el camino emprendido… Una nueva sensación de bienestar —por pequeña y efímera que sea— …se convertirá en el móvil más fuerte para seguir avanzando y se reforzará a cada avance.
En el resto del inmensamente iluminador Del tener al ser, Erich Fromm examina los aspectos prácticos para alcanzar dicha liberación y un bienestar sólido y duradero.
¿Te gustó? Puedes suscribirte AQUÍ y recibir gratis artículos con ideas y consejos sobre cómo superarte y ser tu mejor tu.
2 Comentarios
JUAN RAMOS
28/2/2018 12:23:50 am
Una nota interesante acerca de Fromm, Un humanista de avanzada.
Responder
leticia
7/6/2022 02:39:55 pm
excelente humanista y fil{osofo con ideas de nuestro tiempo
Responder
Dejar una respuesta. |
Tu privacidad está a salvo, tu correo no será compartido con nadie
pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
Archivos
Agosto 2022
|