"Si tenemos algún problema usando algo, entonces es probable que sea debido a que la cosa está mal diseñado, en vez de nosotros siendo estúpidos" Dmitry Fadeyev
Desde la perspectiva de los negocios, el diseño ha sido considerado durante mucho tiempo como algo superficial, con el potencial de mejorar las ventas (vendes mejor cosas bellas que esperpentos), pero que de ninguna manera pertenecía a las actividades esenciales de la empresa.
Se pensaba que el aporte del diseño a la empresa era limitado, que no contribuía a mejorar su competitividad ni ayudaba a reducir costes. Por eso era desdeñado. La poca atención que se le prestaba al diseño condujo a la creación de verdaderos adefesios. Incluso hoy todavía padecemos muchos productos mal diseñados. ¿Que es mal diseño? Te dejo una pista: todo producto que te haga parecer estúpido está mal diseñado. Hace unos días iba abrir un paquete de jamón que en una esquina decía ‘abre fácil’. ¡¿Abre fácil?! ¡Ni en sueños!, el letrero estaba puesto ahí de manera testimonial; el empecinado paquete resistió sin alterarse el brutal ataque al que lo sometí. Al final, derrotado, tuve que recurrir a un cuchillo para poder abrirlo. Los retretes de las casas hacen que los hombres luzcamos estúpidos. Verter líquido desde cierta altura en abundante agua estática produce a menudo resultados no muy afortunados. Por fortuna las cosas están cambiando. Hoy, cualquier producto que no considere la perspectiva del usuario en primera instancia no tiene ninguna posibilidad de triunfar, lo que define su éxito es la auténtica habilidad de resolver necesidades de las personas. Las compañías que entienden y otorgan un sitio destacado al diseño dentro de la gestión general de la empresa, aumentan exponencialmente sus posibilidades de éxito. Pero no el diseño entendido como mera decoración, sino el diseño que conduce a resultados de negocio destacados, generando innovaciones, mejorando la experiencia del consumidor y ganándose su lealtad; conectando emocionalmente con él y construyendo sólidas marcas. Un análisis realizado por el Design Management Institute, empresa ubicada en Boston que se dedica a estudiar la gestión del diseño, pone números a lo que los adictos al diseño han sospechado desde el principio: en los últimos 10 años, las empresas impulsadas por el diseño superaron el índice bursátil S&P 500 un sólido 228%. Estas empresas incluyen Apple, Coca-Cola, Ford, Herman Miller, IBM, Intuit, Newell Rubbermaid, Nike, Procter & Gamble, Starbucks, Starwood, Steelcase, Target, Walt Disney, y Jacuzzi. Todo el dinero que estas empresas ponen en crear experiencias exquisitas, hermoso branding y anuncios innovadores, aparentemente rinde sus frutos. El diseño no solo ha beneficiado a empresas consolidadas como las mencionadas atrás. Las startups que anteponen el diseño también lo hacen mejor. El Wall Street Journal y Dow Jones VentureSource han estado siguiendo el rastro de las empresas privadas respaldadas por capital de riesgo que valen más de 1.000 millones de dólares. Muchas de las startups que que sobrepasan esa cifra tienen un fuerte sesgo hacia el diseño. Houzz, Dropbox, Pinterest, Airbnb, Fab, Jawbone y Nest, son firmas que tienen el diseño en su ADN. La evidencia es clara, el diseño paga, ahora tu escoges si lo incluyes o no en tu empresa.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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Agosto 2022
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