"Aprende el arte de la paciencia. Aplica disciplina a tus pensamientos cuando te ponen ansiosos sobre el resultado de una meta. La impaciencia genera ansiedad, miedo, desánimo y fracaso. La paciencia crea confianza, determinación y una perspectiva racional, que, eventualmente conduce al éxito" —Brian Adams
Hoy corren tiempos donde la eficiencia y la inmediatez están por todos lados.
Las empresas que dominan los mercados son aquellas que proveen servicios a sus clientes con máxima velocidad y comodidad. En Amazon compramos miles de artículos con un clic y podemos esperarlos al día siguiente en la puerta de nuestra casa. Netflix pone a disposición de los espectadores las temporadas completas de sus series. Así no es necesario esperar toda una semana para ver el capítulo siguiente. Con los servicios de mensajes de texto (WhatsApp, por ejemplo) podemos comunicarnos con amigos y familiares de forma inmediata y continua. En YouTube y Spotify accedemos a la música que deseamos cuando lo deseamos. Ya no es necesario esperar que programen nuestros temas favoritos en la radio. Un clic y tenemos el mega hit del verano de inmediato. Esta inmediatez con la que obtenemos todo es sin lugar a dudas gran adelanto. Sin embargo, como muchos otros de los avances de la humanidad, las ganancias obtenidas no son gratis. Pagamos un precio por ellas. Investigaciones realizadas por diferentes centros confirman lo que todos más o menos intuimos: nuestra paciencia, la disposición a esperar por las cosas que deseamos, cada vez es más corta. Un estudio realizado por la Universidad de Massachusetts encontró que la mitad de los usuarios abandonan un vídeo si éste tarda más de dos segundos en empezar. Quienes realizan compras online tienen una gran probabilidad de dejar el sitio si este no descarga en cuatro segundos. Pero no solo en el mundo online abunda la impaciencia. Esta semana, una señora que tenía a dos personas por delante en la caja del supermercado, empezó a vociferar indignada porque, según su opinión, “era una vergüenza que tuviera que esperar tanto en la fila”. Hoy fui testigo de un episodio igual en un banco. Este afán por tener todo de inmediato nos está haciendo daño en otras áreas de la vida donde no es posible obtener resultados instantáneos. Adquirir un talento superior no se logra de la noche a la mañana. La excelencia en cualquier disciplina es cuestión de años. Edificar una gran carrera profesional conlleva un esfuerzo que debe ser sostenido durante un largo tiempo. Construir un negocio sólido que perdure muchos años no es cuestión de meses. Educar hijos que luego se conviertan en grandes seres humanos toma mucho tiempo. Las grandes cosas por las que vale la pena luchar en la vida, simplemente no se pueden apresurar. Tardan lo que deben tardar. Así que si deseamos alcanzar metas extraordinarias y vivir una gran vida, cultivar la paciencia debería ser una prioridad. Y si has logrado llegar hasta aquí, date un abrazo, vas por buen camino.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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Agosto 2022
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