"La gente debería tener un día sin carne a la semana si quieren hacer un sacrificio personal y eficaz que ayude a luchar contra el cambio climático" --Dr Rajendra Pachauri, UN
La semana pasada hice un experimento que desde hace tiempo tenía ganas de realizar y que había estado posponiendo. Como la cosa funcionó, me sentí de maravilla, enérgico, más liviano y también un poco (solo un poco) mejor persona, he decidido practicarlo de manera habitual.
Lo que desde hace tiempo tenía ganas de hacer es privar a mi cuerpo durante uno o dos días a la semana de todo tipo de alimento de origen animal; es decir, ser vegano durante un par de días. Yo soy un amante de la carne. Mi plato favorito es un exquisitamente grasoso, bien jugoso y perfectamente asado a la brasa corte de ternera. En mi dieta diaria no falta la proteína animal, huevos, lácteos, pescado, cerdo, ternera… Así que dejar de tomar estos alimentos es todo un reto para mi. Las razones por las cuales desde hace algún tiempo quería adoptar este patrón de alimentación son las siguientes: Es bueno para la salud La nutrición es uno de los campos de la ciencia que aún está en sus etapas iniciales. Yo vengo desde hace mas o menos 10 años leyendo acerca de este tema y en no pocas ocasiones me he sorprendido al ver cómo cambian los consejos nutricionales de un día para otro en dirección contraria. Algo normal en una ciencia que apenas está comenzando. Debido a esto, adopté una filosofía como norma, para saber qué es lo más beneficioso para nuestro cuerpo, o al menos, lo menos perjudicial, me guió por la forma de alimentarnos que durante un mayor tiempo hemos practicado como especie. Entre más tiempo un alimento o una práctica alimenticia haya estado presente en nuestra vida, mejor adaptado está nuestro cuerpo a ella. Es cierto que la carne ha estado presente en la dieta de los seres humanos durante la mayor parte del tiempo, pero también es cierto que no la consumíamos todos los días. Cazar era muy difícil y no todos los días se tenía éxito; por lo tanto, era normal que durante algunos días tuviéramos que alimentarnos de solo de vegetales. Así que este patrón de alimentación es algo para lo cual nuestro organismo está adaptado de maravilla. Es bueno para los animales Es muy probable que en una décadas, o como mucho, un par de siglos, nuestros descendientes vean con estupor la forma como tratamos a los animales que consumimos. Así como hoy nos parecen inaceptables algunas prácticas de nuestros antepasados (esclavitud, canibalismo, inquisición, etc.), las generaciones futuras mirarán con incredulidad nuestras prácticas con respecto a los animales que comemos. La mayoría de los productos de origen animal que encontramos en los supermercados proviene de animales criados de forma industrial en unas condiciones que resultan muy crueles para especies con cerebros grandes (como casi todos los mamíferos) que sienten, son sociables y que tienen consciencia de sí mismos. Ahora bien, criarlos de una manera más natural, con mayor espacio, tampoco es una alternativa viable. Con los actuales niveles de consumo de carne mundial se necesitaría dedicar toda la superficie del planeta para la crianza de los animales. Es bueno para el planeta La otra razón es que la ganadería es uno de los mayores contribuyentes al deterioro del planeta. Casi un 40% de los cereales cultivados son destinados a la alimentación del ganado que consumimos. Así que menos consumo de carne significa menos tierras dedicadas a la agricultura y (quizá) más tierra dedicada a bosques. Otro de los problemas de la ganadería es la emisión de dióxido de carbono (CO₂), mientras que producir un kilo de lentejas produce 0,9 Kilogramos de CO₂, un kilo de ternera produce 27Kg. El cultivo de animales también consume agua de manera masiva, no solo la que toman los propios animales sino también la que se necesita para cultivar el alimento que consumen. El ganado, como todos los demás animales, incluidos nosotros, tienen necesidades fisiológicas que atender, desechos de los cuales desprenderse, cantidades enormes de ellos. El manejo del estiércol producido por el ganado es otro de los problemas medioambientales derivados de nuestro gran apetito por la carne. **************** Reduciendo nuestro consumo de carne ayudamos a preservar el planeta, también contribuimos a disminuir el sufrimiento animal y de paso estaremos más saludables. Mejor dicho: ganamos todos.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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