LAS NOTAS DEL APRENDIZ
  • Blog
  • Acerca de mi
  • Coaching
  • Empieza aquí
  • Contacto
  • Biblioteca
  • Curso Meditar para una vida plena
  • Blog
  • Acerca de mi
  • Coaching
  • Empieza aquí
  • Contacto
  • Biblioteca
  • Curso Meditar para una vida plena
Search by typing & pressing enter

YOUR CART

Aprende. Evoluciona. Triunfa.

Las Notas del Aprendiz es el mejor sitio para acelerar tu crecimiento personal, y así, obtener de la vida los resultados que siempre has deseado.
Suscribir

29/12/2016 2 Comentarios

Ayudándonos a formar hábitos positivos

 "Si es gratificante, implica dopamina; y si se trata de dopamina, entonces es potencialmente adictivo" —Jonathan Haidt

Imagen
La mayoría de las veces salir a correr no es algo que disfruto.

Pero siempre que termino un entrenamiento me siento contento; orgulloso por haber hecho algo que es importante y beneficioso para mi.

Los efectos positivos del deporte están fuera de toda discusión. No solo te ayuda a mantener alejadas las enfermedades. También es munición poderosa para tu salud emocional e intelectual.

Conocedor de todo lo bueno que aporta el deporte, por eso, cuando termino, aunque no haya disfrutado la carrera, me encuentro feliz.

Este sentimiento positivo sin lugar a dudas ha contribuido de manera decisiva para que el hábito se haya asentado.

La alegría, ese grato cosquilleo que sentimos cuando hacemos lo apropiado le agrada a nuestro cerebro. Y entonces, pide más.

La dopamina es un neurotransmisor asociado con el sistema de placer del cerebro. Produce en las personas sentimientos de gozo y satisfacción que sirven como refuerzo para que realicen ciertas actividades.

La alimentación, el sexo y la socialización son actividades que estimulan la producción de dopamina, por ello encontramos placentero realizarlas.

No obstante, existen muchas otras actividades que favorecen la producción de dopamina. Por ejemplo, realizar un acto de amabilidad hacia otra persona produce dopamina. Alcanzar una meta, produce dopamina. Terminar una tarea, idem.

La dopamina le gusta a nuestro cerebro y siempre quiere más. Así que podemos valernos de ella para ayudar a fijar hábitos en nuestra vida que en primera instancia no nos resultan agradables.

Lavar los platos y limpiar la cocina cada día no es algo que me haga aullar de felicidad. Sin embargo, ver la cocina limpia y ordenada me hace sentir contento (de la misma manera que cuando termino de correr).

Así que cuando termino de limpiar, miro la obra por un rato y dejo que el dulce burbujeo de satisfacción me invada. La dopamina fluye y se produce el subidón.

De esta manera mi cerebro empieza a anticipar el próximo subidón y me resulta más fácil limpiar al día siguiente.

El truco consiste en vincular una acción que queremos convertir en hábito a una emoción positiva. Se trata de recompensarnos cuando hacemos lo apropiado. De esta manera nuestro cerebro empezará a buscar más recompensas y así nos conducirá a donde queremos.

Por ejemplo, digamos que te encanta el chocolate y que hay un reporte en tu trabajo que detestas realizar. Como te aburre, terminas haciéndolo a última hora, con prisas y de manera que no refleja tu verdadera capacidad.

Lo que puedes hacer es, cada vez que haces el reporte con anticipación y bien, te homenajeas con un poco de tu postre favorito. El cerebro empieza, de esta manera, a asociar el reporte con la posterior alegría.

Conocí la historia de una chica que le costaba hacer deporte y que adoraba leer novelas. La sabia solución que encontró fue permitirse leer solo mientras estuviera en la cinta caminadora o en la bicicleta estática.

Bastaron pocas sesiones para que se enganchara. Cada día estaba ansiosa por ir al gimnasio y ver cómo avanzaba la trama del libro que estaba leyendo.

En mi caso, cada vez que dejas un comentario, compartes el artículo o le das ‘Me gusta’ se me dispara la dopamina. Un bloguero dopaminado es un bloguero contento. ;-)
​
¿Te gustó? Puedes suscribirte AQUÍ y recibir gratis artículos con ideas y consejos sobre cómo superarte y ser tu mejor tu.
​
Compartir
2 Comentarios
pedro luis
30/12/2016 12:32:37 pm

Hola.
Gracias.te leo a diario.
Hace muchos años que realizo deporte regularmente,con la edad 59 y varias lesiones, me limito a nadar un rato,afición,costumbre,convencimiento.,,,,,estoy intentando adaptar la atención plena a mi deporte,1,2,3,4 respiración y de nuevo otras 4 brazadas.se me hace mucho mas llevadero.Utilizo ese tiempo,además de para meditar,fundirme con el agua de la piscina,y en ocasiones para intentar resolver algún problema cotidiano,Me motivan ambas facetas.deporte-concentración,venciendo alguna pequeña desgana ocasional.
Un saludo,suerte y gracias de nuevo.

Responder
Pablo Arango
30/12/2016 07:00:37 pm

¡Hey! Pedro Luis

Yo hago lo mismo. Medito mientras voy corriendo, algunas veces me concentro en sentir las pisadas, otras la respiración y algunas simplemente miro con la mente en blanco. He descubierto que cuando hago esto voy a un ritmo superior.
La natación, gracias al aislamiento que produce el agua facilita concentrarse. Es una gran estretegia.

Un saludo y gracias por comentar

Responder



Deja una respuesta.

    Recibe gratis artículos con ideas y consejos sobre cómo superarte y ser tu mejor tú.

    Tu privacidad está a salvo, tu correo no será compartido con nadie

    Pablo A. Arango

    Lector. Escritor. Coach. Emprendedor.
    Las Notas del Aprendiz está dedicado a ayudarte a comprender que significa vivir una gran vida y como puedes conseguirlo.
    Mi misión: Inspirar y guiar la transformación de las personas. Contribuir para que sean su mejor versión y puedan vivir con mayor felicidad y satisfacción.
    Espero disfrutes la conversación

    Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace 

    Fuente RSS

    View my profile on LinkedIn

¡regresa pronto!


correo

notasaprendiz@gmail.com
✕