"¿Se está destruyendo el mundo? ¡De ninguna manera!" —Bill Gates
Un vistazo a las noticias basta para comprender lo que está ocurriendo: el mundo se está acabando.
Cómo no vamos a pensar de manera negativa, cuando en los últimos días lo que encontramos son: catastróficos huracanes de gigantescas dimensiones, terremotos devastadores como se han visto muy pocos, ataques terroristas, hambrunas, avances tecnológicos que amenazan con destruir los ya MUY escasos empleos, corrupción… Si a lo que vemos en los medios, le añadimos que la nuestra es un especie ansiosa y pesimista por naturaleza, tenemos la combinación perfecta para que se produzca el panorama tan lúgubre que hoy se impone. En el lugar donde nació el ser humano, la sabana africana, abundaban depredadores, serpientes, tribus enemigas... debido a ello, si eras bastante nerviosillo, si brincabas a la primera, tenias más oportunidades de sobrevivir. Por el contrario, el tranquilote, el que no se mosqueaba por nada, quizá cuando quería reaccionar ya era muy tarde. Por esa razón, Madre Naturaleza, siempre tan protectora con sus muchachos, diseñó nuestro cableado para que prestáramos diez veces más atención a las cosas negativas que a las positivas. Los medios de comunicación conocen este sesgo. Saben de nuestra neura. Nos inundan de malas noticias seguros de que vamos a prestar atención y que de esta manera veremos los anuncios de sus clientes. Las buenas noticias no venden. Por eso no las vemos en la proporción que se merecen. La realidad es que nuestro mundo no se está acabando. Todo lo contrario, estamos mejor que nunca. Lo que ocurre es que la sobreexposición a noticias negativas, hace que tengamos una visión distorsionada de lo que en realidad está pasando. Si, cosas malas pasan. Pero también buenas. Y muchas. Miremos lo que opina Bill Gates (artículo aquí, vídeo aquí), que gracias a su fundación puede observar de primera mano los avances que están ocurriendo: Yo creo que el mundo está lejos de estar desmoronándose. De hecho, nunca ha estado mejor, más pacífico, próspero, seguro o justo. Y tengo la misión de demostrarlo.
El fundador de Microsoft quiere que nos enteremos también de lo bueno que pasa. Y yo creo que es justo echarle una manos.
Veamos algunos de los principales avances. Personas viviendo en pobreza absoluta Pobreza absoluta se considera cuando alguien subsiste con menos de dos dólares al día. En 1820, el 94% de la población del mundo vivía bajo ese umbral. En el 2015 menos del 10% lo hacía.
Expectativa de vida
Gracias a los avances de la medicina y a mejores sistemas sanitarios, hoy vivimos muchos mas años. En 1820 la expectativa de vida a nivel mundial era de 29 años. Hoy esa cifra se ha más que duplicado (+66).
Educación
En 1800 casi un 90% de la población no sabía leer. En 2014 esa proporción había bajado hasta el 15%. Una mayor educación, unido a una mejor alimentación, han permitido que el nivel de inteligencia de la población aumente (si, a pesar de la telebasura y las redes sociales). Las pruebas que miden el coeficiente deben ser constantemente actualizadas, pues los jóvenes cada vez tienen mayor capacidad.
Violencia y tolerancia
En este campo también hemos mejorado. En un artículo de la revista The Economist aparecían los siguientes datos: A pesar de los titulares sangrientos, el mundo es mucho más seguro de lo que solía ser. La tasa de homicidios en las sociedades de cazadores-recolectores era unas 500 veces superior de lo que es hoy en Europa. A nivel mundial, las guerras son más pequeñas y menos frecuentes de lo que eran hace una generación. El único tipo de violencia que está creciendo es el terrorismo, y la gente sobrestima salvajemente sus efectos. El europeo medio tiene diez veces más probabilidades de morir al caer las escaleras que de ser asesinado por un terrorista. La evidencia de que el pasado era más brutal que el presente se puede obtener no sólo a partir de datos sino también de pistas culturales. Por ejemplo, las rimas infantiles son 11 veces más violentas que los programas de televisión emitidos antes de las 9 pm en Gran Bretaña, según un estudio.
La tolerancia hacia las diferencias también ha aumentado:
Hay muchas pruebas de que la sociedad se ha vuelto más tolerante. En 1964, incluso la Unión Americana de Libertades Civiles acordó que los homosexuales deberían ser excluidos de los empleos del gobierno. En 1987, sólo el 48% de los estadounidenses aprobaba los matrimonios interraciales; en 2012 esa cifra era 86% (y 95% de 18 a 29 años de edad).
Son muchos más los aspectos en que el mundo es un lugar mejor. Esto no quiere decir que no existen problemas serios que debemos enfrentar. La idea es balancear un poco las cosas y que nos baje la neura.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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