“El buen marketing hace que la empresa luzca inteligente. El gran marketing hace sentir a los clientes inteligentes” —Joe Chernov
Hoy estamos presenciando el amanecer de una nueva era dorada para el marketing, su papel es más relevante que nunca.
Peter Drucker, el padre del management, solía decir (anticipándose varias décadas a lo que ocurre hoy) que “las dos funciones más importantes dentro de la empresa eran innovación y marketing”. Pero mirando con detenimiento el actual panorama, podemos afirmar sin duda alguna que Drucker se quedó corto. En las empresas más inteligentes de hoy, ni siquiera existe esa división entre marketing e innovación, marketing hace parte del proceso de innovación (Growth Hacking). Ninguna otra división de la empresa tiene un mejor conocimiento del cliente que marketing, lo cual hace que su participación en el proceso de innovación sea crucial para poder diseñar productos o servicios que se ajusten a las necesidades del cliente (ajuste producto/mercado). Hoy quien dirige la orquesta es marketing, el empresario, emprendedor o directivo que no se haya enterado, o no se quiera enterar, se está condenando así mismo. Sin embargo, aunque marketing es más importante que nunca, eso no quiere decir que las viejas prácticas continúan siendo válidas. El arte del marketing ha cambiado, lo que ayer fue exitoso, hoy no lo es más. Aquí están tres de los principales cambios: Marketing no es lo mismo que publicidad. Un anuncio de página completa en el periódico del domingo no es marketing. Un tuit pagado no es marketing. Un comercial que interrumpe un vídeo de música para meditar en YouTube no es marketing (grrrr). Entonces ¿qué es marketing? Marketing es algo que todo el mundo hace en la empresa (lo sepan o no). Como se contesta el teléfono es marketing. Como y cuando se responden los correos electrónicos es marketing. Un personal atento y servicial es marketing. Cumplir lo que se promete es marketing. La obsesión por los detalles es marketing. La más valiosa forma de marketing es consumida voluntariamente Todo el mundo tiene una fuerza de ventas, contratar anuncios lo puede hacer cualquiera, esas son las viejas prácticas. Sin embargo, pocos se toman el tiempo de enseñar algo a sus clientes. Cuando educa a sus clientes, cuando crea contenido valioso para ellos, se forma una conexión muy distinta a la que ocurre con un anuncio en una revista, confían más en usted, le son más leales. Incluso, pueden llegar a ser sus seguidores y ayudar a propagar su mensaje, aún sin ser clientes. [Espero que mis amigos de las agencias de marketing de contenidos sepan apreciar este empujón ;)] El ‘boca a boca’ (todavía) manda Si las características son similares, incluyendo el precio, ¿a quién preferimos comprar? a un amigo ¿Y si son distintas, a quien compraríamos? También a un amigo. No hay nada que ejerza una influencia más poderosa en la decisión de comprar que la recomendación de alguien en quien confiamos. Así que cada cliente cuenta, cada cliente bien atendido es vendedor (sin cobro de comisión) en potencia. Al contrario, todo cliente maltratado, por el efecto red, puede convertirse en un arma de destrucción masiva.
2 Comentarios
Emilio Mateu
14/9/2015 12:55:46 am
Es la mejor definición de Márketing que he conocido hasta el momento. Excelente explicación y ejemplos.
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Pablo
15/9/2015 07:00:15 pm
Muchas gracias Emilio.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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