"Escribir es una forma de terapia; aveces me pregunto como todos aquellos que no escriben, componen o pintan pueden llegar a escapar de la locura, la melancolía, el pánico y el miedo que es inherente a la condición humana" Graham Green
Hace unos días estaba conversando con un amigo y me soltó, como algo normal, que en la tarde, aprovechando que no tenía mucho trajín, escribió un memorando de 18 páginas en un par de horas... ¡¿Que?! ¡18 páginas en dos horas!...
Para mí eso es inimaginable, yo me hecho las mismas dos horas escribiendo una sola página, eso sin contar que al día siguiente me toma al menos una hora más revisar y editar lo ya escrito. Siempre me ha resultado difícil escribir, hasta un simple correo electrónico me parece una labor monumental (no deja de tener su punto irónico que haya terminado blogueando). Lo que más me cuesta es darle una estructura lógica a las ideas que quiero comunicar. Por lo general, sobre un tema tengo varias ideas y me es difícil decidir en qué orden presentarlas y como ir enlazando unas con otras para que se pueda leer de manera fluida y coherente. Con el fin de mejorar, una tarde me puse a navegar en internet en busca de ideas. Así fue como llegué a la página de la experta en creatividad y escritora Julia Cameron. Cameron recomienda con vehemencia un ejercicio llamado Morning Pages (Páginas de la Mañana). Las Páginas de la Mañana, como su nombre lo indica, consiste en escribir a primera hora, justo después de despertar, tres páginas tamaño carta (A4) a mano. ¿Sobre qué? Sobre lo primero que se te cruce por la mente, no tiene porque ser nada artístico ni profundo, simplemente lo que se te vaya ocurriendo. En mi caso, algunos días mis páginas comienzan con frases tan brillantes como “otro día más y no tengo ni p**a idea sobre qué escribir” o “uy que hambre tengo, que rico un par huevos con jamón” y cosas así por el estilo. Para que el ejercicio resulte provechoso, es importante seguir dos simples reglas: deben ser tres páginas (no hojas por lado y lado, páginas) y deben ser a mano. Las tres páginas son importantes porque es difícil escribir tres páginas sobre nada, mientras es común empezar el ejercicio de forma dubitativa con frases como las de arriba; a medida que avanzamos ganamos lucidez y temas interesantes empezarán a asomarse. También es necesario que sea a mano, dado que escribir en el ordenador es más rápido, escribir a mano permite ir llevando la conversación con nosotros mismos de manera pausada, permitiendo una mayor claridad. Cuando decidí iniciar el ejercicio me puse como meta probar durante treinta días, pasado ese tiempo evaluaría si continuar o no. Mis treinta días todavía no terminan (llevo 26), pero estoy convencido de sus bondades. No me imagino abandonándola. Es más, se ha convertido en uno de los momentos que más disfruto durante el día. Al empezar, los primeros dos o tres días no noté nada especial y no me sentí muy entusiasmado, pero luego comenzaron a llegar buenas ideas, mayor lucidez y empecé a percibir que estaba más enfocado durante todo el día. Incluso, este verano estoy trabajando en un nuevo proyecto que se presentó con claridad prodigiosa durante el ejercicio. Los beneficios de escribir no deberían sorprendernos, están bien documentados por diferentes investigaciones. Escribir nos ayuda a alcanzar un conocimiento más profundo de nosotros mismo, permite aflorar pensamientos ocultos. Expresar cómo nos sentimos y que pensamos mejora nuestro bienestar y trae paz a nuestra mente. Por ejemplo, ¿has notado que en ocasiones un mismo pensamiento (por lo general uno de los malos) da vueltas en tu cabeza una y otra vez, sin poder librarte de él? Escribirlo ayuda al cerebro a dejarlo atrás y enfocarse en otra cosa distinta. Otro de los beneficios es que ayuda a mejorar nuestras habilidades de comunicación. Escribir regularmente te ayuda a ganar experiencia expresando tus sentimientos y pensamientos. Como lo mencioné antes, gracias a la inspiración ofrecida por las páginas de la mañana estoy trabajando en un nuevo proyecto que me ilusiona mucho. Pero no soy solo yo quien festeja la creatividad que provee el ejercicio. En un artículo de la revista Inc. aparece lo siguiente: "Las Páginas de la Mañana tuvieron el más profundo impacto… Mis páginas serían horriblemente aburridas para alguien que decida espiar, pero por alguna razón, funciona. Limpian los detritos de mi cerebro y permite que las burbujas de inspiración floten a la superficie”
Las Páginas de la Mañana es un ejercicio que toma tiempo, cerca de 30 minutos, pero vale la pena. El tiempo que inviertes en ellas lo recuperarás con creces durante el día. Si disfrutas de una mente clara, que sabe muy bien cuales son sus objetivos y las tareas en las cuales ocuparse, evitarás disiparte en actividades que añaden poco o ningún valor a tus metas de largo plazo.
Si decides probar el ejercicio, me encantaría saber como te fue.
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pablo a. arangoLector. Escritor. Coach. Emprendedor. Puedes apoyar a Las Notas del Aprendiz entrando a Amazon a través de este enlace
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Agosto 2022
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