¿Por qué meditar?

"Por unos momentos, sea consciente de su potencial para cambiar. Sea cual sea su situación actual, evolucionar y transformarse son siempre posibles. Por lo menos, usted puede cambiar su forma de ver las cosas y luego, poco a poco, su manera de ser" —Matthieu Ricard

Gracias a Dingzeyu Li por la imagen (clic sobre ella para más info.)

Hace unos años pensaba distinto. Hoy por fortuna ya no opino lo mismo.

Antes creía que las personas éramos como éramos, y que si alguien de verdad nos quería debería aceptarnos tal como somos, y no intentar cambiarnos.

Esta era una visión bastante pesimista y limitada de la vida. Renunciar a cualquier intento de mejora, de autoperfeccionamiento, significa menospreciar la maravillosa capacidad que tenemos los seres humanos de reinventarnos a nosotros mismos. Significa también resignarse a ser menos de lo que uno podría ser.

Muy pocas cosas hay en la vida más satisfactorias que evolucionar como personas. Darnos cuenta que gracias a nuestros esfuerzos hoy somos mejores individuos que ayer. Mas amables, compasivos, tolerantes, amorosos, menos ansiosos y distraídos…

Mejorar es posible, pero no basta con desearlo. Es necesario esforzarnos y trabajar para que ello suceda.

La práctica de la meditación es una de las formas más eficaces de desarrollar cualidades personales positivas y debilitar de forma significativa las negativas.

En su libro Why meditate? Working with thoughts and emotions, el doctor en biología molecular y monje budista Matthieu Ricard realiza una lúcida justificación de los beneficios de esta ancestral práctica:

Es una lástima subestimar la capacidad que tenemos para transformar nuestra mente. Cada uno de nosotros posee el potencial necesario para liberarse de los estados mentales que perpetúan nuestro propio sufrimiento y el de los demás. El potencial de encontrar paz interior y de contribuir a la felicidad de todos los seres vivos.

No tenemos otra opción que aceptar lo que somos en este momento, pero podemos desear cambiarnos a nosotros mismos. Tal aspiración da a la mente un sentido de dirección. Pero sólo desear no es suficiente. Tenemos que encontrar una manera de poner ese deseo en acción.

No nos parece nada extraño pasar años aprendiendo a caminar, leer y escribir, o adquiriendo habilidades profesionales. Pasamos horas y horas haciendo ejercicio físico con el fin de conseguir poner nuestros cuerpos en forma. A veces empleamos una enorme cantidad de energía física pedaleando en una bicicleta estática que no va a ninguna parte. Realizar estas tareas requiere un mínimo de interés o entusiasmo. Este interés viene de creer que estos esfuerzos nos van a beneficiar en el largo plazo.

El trabajo con la mente sigue la misma lógica. ¿Cómo podría esta ser modificada sin un mínimo esfuerzo, solo mediante el deseo? Eso no tiene más sentido que esperar aprender a tocar una sonata de Mozart chapuceando ocasionalmente en el piano.

Gastamos mucho esfuerzo para mejorar las condiciones externas de nuestras vidas, pero al final siempre es la mente la que crea nuestra experiencia del mundo, y esta experiencia se traduce en bienestar o sufrimiento. Si transformamos nuestro modo de percibir las cosas, transformamos la calidad de nuestras vidas. Este es el tipo de transformación que se produce gracias al entrenamiento mental conocido como meditación.

Hasta hace unos años la meditación era vista con mucho recelo, como cosa de ‘raritos’. Hoy existe contundente información científica que avala sus beneficios. Continua Ricard:

A lo largo de los últimos diez años, he participado en varios programas de investigación científica destinados a documentar los efectos a largo plazo en el cerebro y en el comportamiento de la práctica de la meditación. Estas investigaciones han demostrado que es posible lograr avances significativos en el desarrollo de cualidades como la atención, el equilibrio emocional, el altruismo y la paz interior. Otros estudios también han demostrado los beneficios que produce meditar durante 20 minutos al día por un período de seis a ocho semanas. Estos beneficios incluyen una disminución de la ansiedad, de la vulnerabilidad al dolor, de la tendencia hacia la depresión y la ira, así como el fortalecimiento de la capacidad de atención, el fortalecimiento del sistema inmune, y el aumento de nuestro bienestar general. Por lo tanto.. la meditación emerge como un factor esencial para llevar una vida balanceada y rica en significado.

Si, la meditación funciona. Y tiene el potencial de mejorar tu vida de forma radical.
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